A finales de los años 60 y principios de los 70 hubo en Europa un gran auge por las carreras de resistencia. Los fabricantes británicos e ingleses creaban modelos pensados para este tipo de competiciones mientras que los japoneses, más orientadas hacia el mercado americano, buscaban crear motos de competición puras para los diferentes campeonatos de velocidad. Sin embargo, algunos talleres -e incluso importadores oficiales- decidieron hacer ellos mismos su propias creaciones. Una de ellas, la Suzuki-SAIAD 750 Vallelunga, tiene esta bonita historia detrás.
SAIAD era el importador oficial de Suzuki para Italia y decidió embarcarse en las carreras de resistencia. Ya había hecho sus primeros pinitos modificando una Suzuki T 500 (conocida popularmente como Suzuki Titan), pero quisieron dar el salto a la categoría de 750. Esta era la categoría reina, y se disputaba con motocicletas de dos tiempos derivadas de serie pero con un reglamento bastante abierto y que permitía preparaciones bastante radicales.
El importador no tenía muchas opciones dentro del catálogo de Suzuki. Realmente solo tenía una, la Suzuki GT 750, que fue lanzada en 1971. Como podréis imaginar por las siglas GT, se trataba de una moto Gran Turismo pensada para para realizar viajes “a ritmo alegre” más que para competir.
Pero lo importante era el motor, no el chasis, ya que contaba con un motor tricilíndrico de dos tiempos y refrigeración líquida que desarrollaba aproximadamente 70 CV. Eso sí, ligera no era, pues superaba por poco los 250 kg. De hecho, Suzuki ya había utilizado esta moto para construir un total de 14 ejemplares (desde 1972 a 1974) y con los que se disputó el Trofeo FIM 750.
Los de Turín cogieron la Suzuki GT 750 K (segunda versión, llegada en 1973) y le eliminaron todo aquello que no era estrictamente necesario. El tanque original se sustituyó por otro de fibra de vidrio que era capaz de albergar 18 litros de gasolina, mientras que el depósito de aceite (unos 2 kilos para la mezcla de dos tiempos) se ubicó en el colín con un sistema de lubricación separada. El motor también fue mejorado mediante nuevos cilindros, carburadores y escapes, suficiente para superar holgadamente los 80 CV y rebajar el peso hasta unos más que interesantes 190 kg.
Con ella se presentaron a la primera carrera. Ni tan siquiera habían desarrollado un semicarenado frontal (llegaría posteriormente). El 4 de marzo de 1973 fue inscrita para la primera carrera de las cuatro que constaba la Coppa Cecere (nombrada así en honor a Mauricio Cecere, fallecido el 22 de octubre del año anterior en el mismo trazado), en el Circuito de Vallelunga. A sus mandos los pilotos Renato Caltrucco y Vanni Blegi, que ya habían sido pareja el año anterior junto al Triumph Koelliker Team sobre una Trident 750.
Lo cierto es que fue llegar y besar el santo, porque se hicieron con la victoria. En honor a aquel triunfo, SAIAD decidió lanzar unas pocas motocicletas a las que se les dio el nombre de Suzuki-SAIAD 750 Vallelunga. Sobre la moto de serie incluyeron un semicarenado con semimanillares, un nuevo depósito, conjunto asiento-colín monoposto (manteniendo en su interior el depósito de aceite de 1,9 litros y la lubricación separada) y un soporte de matrícula de fibra de vidrio. Todo ello adornado con una librea azul con líneas blancas, colores de competición de Suzuki.
Pero lo cierto es que a la marca de Hamamatsu le gustó tanto esta preparación que decidieron hacerla como propia, lanzando un total de entre 100 y 120 unidades (el número exacto no se conoce). Estas eran las mínimas imprescindibles para poder homologar el modelo en carreras de resistencia internacionales.
Se suministraban también con un escape para usar por la calle con tres colectores y cuatro silenciosos, pero que se podían cambiar para correr por uno individual por cilindro diseñado por Figaroli. Posteriormente desarrollaron un 3-1 que mantenía el rendimiento pero conseguía un ahorro significativo de peso.
La Suzuki-SAIAD 750 Vallelunga no era barata, 2 millones de liras (unas 172.000 pesetas/1.030 euros) de mediados de los setenta. Si tenemos en cuenta la inflación después de algo más de 40 años, sería como si hoy en día costase algo más de 13.500 euros.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS