La marca norteamericana Victory caracterizada por lanzar al mercado productos con los que poder competir con la consagrada marca americana del custom, Harley Davidson, lanza al mercado durante la primera década de este siglo una tourer de estética peculiar, la Victory Vision Tour. Digamos que se podría definir como la visión futurista y cargada de tecnología de la Electra Glide Classic fabricada por los de Milwaukee.
La moto de curvadas formas orgánicas disponía de un rígido bastidor monoviga construido en aluminio, que integraba parte del sistema de admisión del motor V twin que daba vida a la moto, el cual también realizaba funciones autoportantes. A esta estructura le acompañaba otra en su parte frontal que soportaba el carenado y una posterior, que resultaba ser el subchasis encargado de albergar los asientos, las maletas y el cofre y en el cual se anclaba el único amortiguador de aire encargado de dominar los movimientos del basculante. En el tren delantero se encomendó el trabajo de control de la rueda delantera a una horquilla convencional de barras de 41 mm de diámetro, que posiblemente se viese un poco agobiada por tener que soportar el peso de los dos depósitos de combustible situados a ambos lados de esta, confiriéndole un comportamiento falto de precisión en carreteras bacheadas.
La frenada se encomendaba a 3 discos de igual tamaño (300 mm de diámetro) siendo los delanteros mordidos por pinzas de 3 pistones firmadas por la misma marca Victory y el trasero por una pinza de dos pistones. En las últimas ediciones contaba con un sistema de ABS, pero en las primeras disponía de un sistema CBS en el pedal derecho que, dependiendo del recorrido de su accionamiento, se activaba solamente la pinza trasera o la pinza trasera y otra de las del tren delantero.
El propulsor bicilíndrico en V a 50º recibe un aumento de cilindrada con respecto a sus hermanas de marca, llegando hasta los 1.731 cc y manteniendo el mismo esquema en su sistema de distribución, compuesto por un solo árbol de levas en cabeza movido por cadena, que se encargaba de accionar las 4 válvulas con las que contaba cada cámara de combustión. Este motor alimentado por inyección electrónica suministraba unos 90 CV a 5.000 rpm con un par máximo de 152 Nm entregados a unas 3.500 rpm, pero lo mejor de todo era su gran par ofrecido desde sólo 2.000 rpm, dando como resultado una gran elasticidad de uso con el que potenciar una relajada conducción por carreteras de buen firme y amplias curvas.
Una de las cualidades de este tipo de motos es la comodidad con la que contaba el puesto de conducción, que en este caso se recurría a un mullido y cómodo asiento dotado de sujeción lumbar y cuya altura al suelo de 670 mm era llamativamente baja, haciéndola apta incluso para el cliente femenino. El acompañante también era agasajado con un confortable asiento complementado por el respaldo ubicado en el baúl, que era capaz de llevar dos cascos integrales y que junto a las maletas laterales sumaban una capacidad máxima de 110 litros.
El piloto gozaba de una postura relajada detrás de la buena protección aerodinámica proporcionada por el moderno carenado tipo “bat” que incluía un parabrisas regulable eléctricamente en 3 posiciones. Además, no le faltaba información proveniente de su completo cuadro de mandos compuesto por un velocímetro, un cuentarrevoluciones, nivel de combustible, voltímetro, numerosos indicadores luminosos y una pantalla digital dedicada a mostrar la marcha engranada, la hora, el odómetro y la temperatura exterior. Para completar el equipamiento, disponía de sistema de radio que se podía mejorar con un cargador de 10 CD controlable desde la piña izquierda y de un control de velocidad de crucero regulable desde la piña derecha.
Esta tourer de sabor custom disfrutaba de un comportamiento aplomado y ágil (dentro de su categoría) fruto de su bajo centro de gravedad y de un reparto de peso entre ejes de 50/50, aun a pesar de contar con una masa de 385 kg y un volumen que limitaba las inclinaciones en curva. Podía hacer que su velocímetro llegase a rozar los 200 km/h y su consumo se mantuviera en unos razonables 6 litros de media cada 100 kilómetros, que le confería una autonomía de más de 350 km gracias a los 22,7 litros de sus dos depósitos.
Tenía un valor de 20.000 $ (unos 19.000 euros) en el mercado norteamericano y aunque su estilo innovador era más cercano al de las Harley Davidson era imposible no compararla con otra gran rutera como la Honda Goldwing, de la cual podría haber incorporado uno de sus famosos gadgets, la marcha atrás.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS