Moto del día: Yamaha FZX 750

Moto del día: Yamaha FZX 750

¿Una mini Vmax?


Tiempo de lectura: 5 min.

Alguno ya sabrá que uno de los modelos que más me apasionan desde niño es la Yamaha Vmax 1200, y cuando por primera vez vi una Yamaha FZX 750 pasando a toda velocidad por una gran avenida de Madrid, mis ojos vieron una Vmax, pero tanto mis oídos como el resto de mis sentidos sabían que ese sonido y esas proporciones no se podían corresponder con una “V”, así que me puse a investigar sobre ella en una época en la que o directamente no había Internet o bien se desconectaba si tus padres descolgaban el teléfono fijo de casa para llamar.

Después de este baño de nostalgia, nos vamos a centrar en la Yamaha FZX 750, que nació en el año 1986 como una moto rutera, que se quedaba por debajo de la Vmax con la que sólo comparte un lenguaje de diseño similar, a excepción de un faro delantero rectangular.

El resto de la moto pertenece a un universo más mundano, y esto no es tan malo como pueda parecer a priori, pues es una moto muy utilizable en el día a día, no tan exigente con los pilotos y que aunque a día de hoy acusa ya el paso de los años, fue un referente de las motos todo uso de finales de los años 80.

Yamaha FZX 750 2

El motor de la FZX 750 motor deriva directamente del de la deportiva FZ 750 con la que cohabitaba en esos años, es un tetracilíndrico en línea de 749 cc, con doble árbol de levas en cabeza, refrigeración líquida y una culata que, como era habitual en las Yamaha de la época, contaba con cinco válvulas por cilindro y cuya alimentación se realizaba a través de cuatro carburadores Mikuni BDS de 34 mm.

Este motor -como es lógico- rendía algo menos que en la deportiva, concretamente 94 CV, que se conseguían a un régimen de 9.500 RPM, y que también tenía un par de 76,5 Nm a 8.000 RPM. Aunque en la época lo más común eran las cajas de cambio de cinco relaciones, esta Yamaha ya contaba con una caja de cambios de seis velocidades, y tenía una transmisión final mediante cadena de eslabones.

El chasis es un doble viga de acero, que si bien hoy en día nos parecería de juguete para una moto de esta potencia, se encontraba bastante logrado en cuanto a rigidez. No podemos decir lo mismo del comportamiento de suspensiones y frenos, que han quedado obviamente con el paso de los años totalmente desfasados.

Yamaha fzx 750 4

La horquilla delantera de tipo convencional con barras delgadas tiene un recorrido de 140 mm, es únicamente ajustable en precarga, y su tarado es excesivamente blando cuando nos empleamos fuerte con el freno delantero. En la parte posterior se montan un par de amortiguadores gemelos a cada lado de la moto, que van anclados directamente del subchasis trasero al basculante y que al igual que la horquilla son ajustables también en precarga de muelle para encontrar un tarado con el que sentirnos a gusto tanto si vamos a rodar en solitario como si rodamos con acompañante.

Los frenos, si bien tienen unos discos de tamaño generoso -sobre todo el trasero-, también han quedado con cierto aroma “vintage” respecto a los componentes actuales. El equipo delantero monta dos discos de 267 mm a los que muerden pinzas de dos pistones muy sencillas y anclaje axial. Atrás la frenada monta un disco trasero de las mismas dimensiones que los delanteros, sólo que en este caso no es perforado, y se encarga de detener el disco una pinza igualmente de dos pistones. A pesar de lo comentado, no es un mal conjunto si lo comparamos con las rivales de la época.

El tamaño de las llantas y los neumáticos es algo en el que también se nota el paso del tiempo, para empezar, a parte de que no recurren a las medidas de 17 pulgadas de diámetro como estamos acostumbrados en motos de carretera, también tienen distintas pulgadas delante y detrás. La llanta delantera es de 16 pulgadas, y monta un estrecho neumático de 110/90. La trasera de diseño casi macizo salvo por unas pequeñas perforaciones casi en la zona de la garganta es de 15 pulgadas, y monta un neumático algo más grande, pero igualmente pequeño para el peso y potencia de la moto, un 140/90.

Yamaha FZX750

Dinámicamente, aunque pueda parecer por todo lo que he dicho que la Yamaha FZX 750 fuese una moto tranquila, es únicamente si la comparamos con la Vmax, pues verdaderamente es una moto que deriva de una de las deportivas más rápidas de sus años. Además, es relativamente ligera -siempre pensando en su época-, ya que pesa 221 kg con todos los llenos -incluyendo su depósito de 13 litros-, y bastante rápida, ya que llega a alcanzar una punta de 222 km/h y consigue el 0-100 en 3,2 segundos.

En cuanto a fiabilidad, es una moto que se ha demostrado duradera, aunque como era usual en las Yamaha de la época puede consumir algo de aceite -hay que vigilarlo con frecuencia- y habrá que estar pendientes de juntas y retenes que tienden a agrietarse y resecarse con el paso de los años.

El mayor problema lo podemos encontrar a la hora de buscar recambios, ya que no fue una moto excesivamente vendida en nuestro país -por entonces nos gustaba más su hermana carenada- pero si encontramos una buena unidad bien mantenida, y nos hemos “enmelonado” de ella, tendremos una moto poco vista, de estética musculosa y que nos dará mucho por mucho menos de lo que puede costarnos una Vmax.

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Sobre mí

Jesús Guillermo Pozo

Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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