Cualquiera que ya empiece a peinar canas conocerá de sobra la Yamaha RD 500. Pero para aquellos recién llegados que no sepan lo que es el olor a dos tiempos más allá del que hoy en día emana una desbrozadora, les recomendamos leer el artículo en el que hablábamos de ella en profundidad. Porque es necesario saber su historia antes de conocer la de su gemela japonesa: la Yamaha RZV 500 R.
Yamaha comercializaba su icónico modelo derivado de los que competían en el Campeonato del Mundo de Velocidad de diferente manera en función del mercado en el que se vendiese. Aquí la conocíamos como RD 500 LC, mientras que en Canadá (y en Estados Unidos aunque allí llegó únicamente como importaciones paralelas) se denominaba RZ 500. Por último estaba Japón, donde el nombre era RZV y de ella derivó la preparación más radical y producida solo en un limitado número de unidades.
La característica que más llama la atención es el chasis, que es completamente diferente. Mientras las RD/RZ montaban un chasis de acero, la RZV 500 R incorporó un chasis de aluminio soldado a mano que ahorraba casi una decena de kilos respecto al estándar. Como os podéis imaginar esto se notaba de una forma más que notable en su comportamiento.
Con esta moto hay una controversia histórica, al estilo de la mítica discusión de qué fue primero, el huevo o la gallina. En algunos sitios se puede leer que el chasis y otras mejoras se incorporaron para crear una edición limitada. Pero debido a la rebaja de peso, se vieron obligados a limitar la potencia del motor para cumplir las normas anticontaminación. La segunda teoría habla que como tenían que montar este motor menos potente, rebajaron el peso de la moto con el chasis para mantener las prestaciones similares.
¿Cuál es la verdadera? Pues posiblemente esta última (la oficial), porque no hemos encontrado referencias a que en Japón se hubiese vendido la versión más potente que sí tuvo presencia fuera de sus fronteras.
Pero os estaréis preguntando de qué rebaja de potencia estamos hablando. Pues bien, allí los 88 CV de la moto de origen se quedaban en unos más asmáticos 64 CV. Con cambios en los carburadores y unos escapes más restrictivos, la moto resultante estaba algo más capada, pero por otro lado era tan fácil como actualizar los carburadores y cambiar el escape para volver a tener los casi 88 CV en una moto más ligera y con un chasis mucho menos flexible.
La Yamaha RZV 500 R contaba con otros detalles que la diferenciaban de las versiones europeas y canadienses. Por ejemplo, el reloj del cuadro de mandos de la derecha ya no solo servía para marcar el nivel de combustible, sino que mediante un pulsador se podía conmutar por la temperatura del líquido refrigerante.
Además, y para cumplir las normas niponas, en el cuadro de mandos (en el fondo de esfera del tacómetro) se encendía una luz roja de aviso cuando se superaban los 80 km/h, límite establecido para las carreteras. Posteriormente los últimos modelos llevaban una marca roja en el velocímetro a partir de los 80 km/h.
Además del aluminio empleado en el chasis, también se fabricaron en el mismo material los semimanillares, la palanca de freno y el pedal de cambio. Y como colofón, la horquilla era ligeramente mejor, ya que contaba con posibilidad de ajustar la extensión e internamente contaba también con algunas actualizaciones.
En total se produjeron 1.600 unidades de la Yamaha RZV 500 R entre 1984 y 1986 por lo que hoy en día, 35 años después, son verdaderos objetos de colección aunque se pueden encontrar con relativa frecuencia a la venta, normalmente en Estados Unidos. El precio no suele estar nunca por debajo de los 15.000 euros.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS