Les ha costado, pero siguen haciendo de las suyas. En Benelli han comprendido que hay un segmento que tenían olvidado y ese no era otro que el de las Naked de baja y media cilindrada. Por ello, como si de la chistera se tratase se han sacado dos motos que bien parece que sean futuristas, pero son modernas, con una línea que llama un tanto la atención, pero no se sabe si es para bien o para mal. Así nacen las nuevas Benelli BKX S 125 y 300, que con una inspiración propias del motard parece que vienen del un mundo distópico para ser el centro de atención.
Combinar la versatilidad con un diseño renovado no es sencillo y menos cuando se tratan de motos que sean aptas tanto para el terreno más urbano como el más irregular. En Pesaro no se lo han pensado mucho y han querido que la originalidad prime ante la diferencia, y eso da lugar a estas dos motos, que ofrecen unas ligeras pinceladas a lo que podría ser ese trail más agresivo que está por venir, pero que todavía no ha terminado de romper.
Estéticamente, vemos que tiene un frontal agresivo, muy recto y elevado, con un corte señorial, incluso si se puede considerar así, mientras que el colín es afilado junto a un escape elevado, lo que le da ese acabado tan deportivo que se busca en una moto de su categoría. Todo esto se complementa con unas protecciones en los laterales que permiten que sus usuarios finales a los que están destinadas estén cómodas y es que se ha pensado en su ergonomía, facilitando la conducción y el manejo de la propia moto.
Estos dos modelos, que estarán en breves en sus puntos de ventas, tienen motorizaciones distintas. En el caso de la BKX 125 S, tiene un chasis de tubo de acero, llegando a alcanzar los 15 CV y un par motor de 12 Nm, mientras la BKX 300 S cuenta con un chasis tubular con doble cuna inferior, lo que le da una mayor robustez en su paso por curva, contando con unos 29,2 CV de potencia y un par motor de 24,5 Nm, cumpliendo en ambos casos con la normativa Euro 5+.
Si nos adentramos en la parte ciclo, tienen una horquilla de 41 mm ajustable en rebote, comprensión y precarga, algo que es insolito en este segmento, mientras que el tren trasero cuenta con un monoamortiguador ajustable en precarga y rebote. A todo ello, su instrumentación está a la altura de lo que se espera de una moto que se acaba de lanzar, por lo que es bastante moderno, con una pantalla LCD, luces LED y un puerto USB entre otros.
Particularmente estos modelos son atractivos visualmente, pero no aportan una gran revolución en el segmento, aunque si hay que ser sinceros, éste está un tanto estancado y no termina de arrancar. Es una apuesta un poco arriesgada al ser tan versátil, ofreciendo esa conducción dinámica que intenta alcanzar en carretera, pero eso es lo que nos indican sobre el papel, otra cosa distinta será lo que veamos en movimiento.
Alejandro Delgado
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