En 2010 se fundaba en Provo (Utah, EEUU) Vanderhall Motor Works. Se trata de un fabricante de vehículos de tres ruedas, hechos todos a mano, y que poco a poco se ha ido labrando un nombre. Ahora, en 2019, desembarcará en Europa con uno de sus modelos: el Vanderhall Venice. Lo mejor de todo es que puede ser conducido por todos aquellos que tengan el permiso A de moto (y 21 años) y, por supuesto, también con el B.

Este trike con dos ruedas frontales y una trasera cuenta con un chasis de aluminio y una carrocería fabricada en fibra composite. Bajo su capó nos encontramos un motor de General Motors, pero no pensemos en un V8 americano. Se trata de un 4 en línea con turbo, 1.4 y 16 válvulas, capaz de girar a 6.500 vueltas. Su potencia máxima es de 180 CV y cuenta con una transmisión automática -también de GM- que puede ser operada de forma manual desde el volante. Como curiosidad, aunque el volante está a la izquierda, la palanca también se opera con la mano izquierda.

Como su peso es bastante contenido, 657 kg con todos los líquidos, las prestaciones no están nada mal: hace el 0 a 100 km/h en 4,5 s y la máxima velocidad que es capaz de alcanzar se sitúa en torno a los 225 km/h, digo de competir directamente con vehículos deportivos. Las ruedas delanteras cuentan con una medida de 225/40 R18 mientras que la trasera es de 285/35 R18. Los frenos son de disco en las tres ruedas con medidas 305 mm y 275 mm delante y detrás respectivamente.

Por supuesto, cuenta con comodidades propias de una motocicleta de gama alta, tales como los asientos calefactables, ABS, control de tracción, radio Bluetooth, suspensiones regulables, etc. Eso sí, un vehículo artesanal de estas características no tiene un precio barato, y en Estados Unidos arranca en los 31.950 dólares (28.000 euros). Aquí superará, casi con toda seguridad, los 30.000 euros, pero seguro que romperás cuellos con él en cuanto salgas del garaje.