La MV Agusta Brutale 1000 RR hace honor a su nombre. Solo hay que verla para darse cuenta que esta moto es “brutale”. Y las cifras acompañan, porque con más de 200 CV, 186 kilos en seco y un precio de 29.900 euros, es una moto muy brutal.

MV Agusta es una de esas compañías rodeadas de misticismo, con grandes éxitos en competición, diversos avatares a lo largo de su trayectoria y un catálogo de modelos realmente bello durante casi todo su historia. Sin olvidar su clara apuesta por el segmento más elitista del mundo de la moto, claro.

Desde Harley-Davidson hasta Mercedes-AMG, muchos han sido los que han entrado en MV Agusta pero por cuestiones principalmente económicas han terminado por abandonar el barco. Llena de glamur e historia, MV Agusta parecer ser una mala apuesta en cuanto a inversión, o bien, que sus diferentes propietarios han sido incapaces de entender el futuro que les planteaba la familia Castiglioni.

Sin embargo, la marca ha seguido evolucionando y creciendo poco a poco, cultivando todavía más esa imagen especial, junto a un diseño que no tiene igual en el sector de la motocicleta desde que falleció el maestro Tamburini. Ejemplos hay varios, como la Superveloce 800 o la especialísima Rush 1000 con su llanta lenticular. Pero si hay alguien a quien le parece poco, la MV Agusta Brutale 1000 RR está aquí para saciar sus ansias de potencia, de diseño y de un equipamiento espectacular.

Las monturas italianas siempre han destacado por un bastidor de primer nivel, incluso cuando las japonesas llegaron al mercado y arrasaron con todo lo que se ponía en medio. Es algo muy característico que, al fin y al cabo, influye sobre el pilotaje y sobre la experiencia que tiene quien se pone a sus mandos. Así, la Brutale 1000 RR monta suspensiones Öhlins totalmente regulables (horquilla NIX-EC y amortiguador TTX36), asistidas por un amortiguador de dirección suministrado también por Öhlins. Los frenos son Brembo Stylema.

El chasis es el conocido de la Brutale, un entramado de tubos con placas de aluminio que sujeta un propulsor procedente de la F4 1000 RC. Por tanto, hablamos de un cuatro cilindros que roza los 1.000 centímetros cúbicos y capaz de rendir 208 CV y 115,5 Nm de par. Si, además, se opta por la línea de escape SC Project, la potencia llega a los 212 CV, digna de cualquier Superbike moderna como la nueva Honda CBR 1000 RR, que tan sólo tiene 5 caballos más.

La electrónica también está presente, como en cualquier motocicleta moderna de este nivel de prestaciones. Incorpora plataforma de medición inercial, cambio semiautomático bidireccional EAS 2.1, control de tracción, ABS con asistente en curva, antiwheelie, control de salida y una instrumentación digital totalmente configurable.

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