Honda CL500: Scrambler sencilla, pero con mucho carácter

Honda CL500: Scrambler sencilla, pero con mucho carácter

Revisión crítica del modelo para quienes buscan estilo retro sin complicaciones


Tiempo de lectura: 6 min.

Hay motos que nacen para ser una moda puntual más y otras que se convierten en relojes de sol, de esos que permanecen durante un largo tiempo, y que están siempre que se les necesita. La Honda CL500 es una de esas motos que pertenece al segundo grupo. Hay que viajar a los años sesenta y setenta para ver como la gama CL fue pionera en el concepto Street- Scrambler, y ahora casi medio siglo después, han querido recuperar esa nomenclatura para una moto que combina estética vintage, tecnología contemporánea y una practicidad que es un tanto inusual en su segmento.

La industria vive un nuevo auge del segmento de las scrambler. Son muchos los fabricantes que se han unido a la fiesta, pero no todos entienden que la clave de este estilo, que la clave no es simplemente en un manillar ancho y neumáticos mixtos, sino que está en equilibrar la facilidad de uso, la capacidad aventurera y su imagen. Honda, que sabe lo que se hace, ha hecho una moto que guarda ciertas reminiscencias trail de la vieja escuela para crear un modelo que entra por la vista.

Con la actualización de este modelo, ya vemos que es una moto adaptada a los nuevos tiempos, apta para el A2, y que ha vivido algunos retoques en su ergonomía que hace que sea cada vez más cómoda y atractiva. Pensada para el novato que busca su primera moto, el urbanita que quiere estilo con fiabilidad y para el veterano que busca una segunda oportunidad, es una de las motos más completas que han hecho.

ADN Scrambler y estética neo-retro

A simple vista, vemos que es una moto que nos da ese dejavú que todos queremos sentir. Con un depósito esbelto con líneas horizontales, un escape que se ha elevado y que está protegido por una rejilla perforada y fuelles en la horquilla, que junto al faro delantero LED se combina el clasicismo con la eficiencia, algo que también está presente en su estética, eliminando los tonos cromados y apostando por los mate.

Honda CL500 (3)

En cuanto a su chasis, incorpora uno de tipo diamante, el cual está bastante oculto bajo los paneles laterales minimalistas, mientras que el guardabarros ha sido recortado, siguiendo esa vocación mixta. No es un off-road puro, es una moto que acepta la gravilla del camino rural que separa la ciudad de ese chiringuito que tanto queremos ir.

La parte más interesante es la ergonomía. Como se ha comentado, han trabajado bastante, con un manillar más ancho y elevado, con estribos 15 mm más bajos y 10 mm más adelantados, que junto a una nueva espuma de 5 mm hace que el asiento esté más mullido. Con esto se espera que puedan liberar las rodillas de las personas más´s altas y reducir la fatiga tras varias horas al manillar.

Motor y parte ciclo, viejos conocidos

En Honda son de los que dicen que si ya existe lo mejor, es ideal no tocarlo demasiado, no vaya a ser que pierda su gracia. Por ello, han reciclado el motor que está en la CB500 F, la CB500 X y la Rebel. Este no es otro que un bicilindrico en línea de 471 cc con un cigüeñal a 180º, y que es capaz de ofrecer 46 CV a 8.500 rpm y un par motor de 43.4 Nm a 6.250 rpm, unas cifras que confirman que se pueden mover con la soltura que todos desean.

Por otro lado, la inyección PGM-FI se ha recalibrado, que buena falta le hacia, con la intención de dar una respuesta más potente a un rango bajo o medio, que es donde trabaja habitualmente este tipo de moto. Al mismo tiempo, también tiene una caja de cambios de seis marchas y un embrague antirrebote, que hará que sientes que flotas.

Honda CL500 (1)

Su parte ciclo, no es nada del otro mundo, una llanta delantera de 19 pulgadas y una trasera de 17, junto a una horquilla convencional de 41 mm y 150 mm de recorrido delantero y un doble amortiguador trasero ajustable en precarga. En cuanto al frenado, viene con un disco delantero de 310 mm y uno trasero de 240 mm, ambos con ABS de doble canal no desconectable. Dicho de otra manera, han potenciado la comodidad que la parte deportiva.

Una moto polivalente

En la ciudad, es una moto que facilita el moverse con soltura e incluso sortear a los coches. El par abajo responde desde 3.000 rpm, justo donde la mayoría de los scooters abandonan la batalla en los semáforos. En cuanto a la autopista, tiene una velocidad de crucero de 120 km/h a 6.000 rpm con pequeñas vibraciones. No es una moto rutera, y es se observa en la capacidad del depósito, que es de unos 12 litros y ofrece una autonomía de unos 300 km sin repostar.

Si nos salimos del asfalto, su postura erguida y manillar ancho, permite que tomes el control sobre pistas fáciles. Su suspensión permite que los baches más suaves pasen desapercibidos, aunque se nota fácilmente su límite en los saltos más bestias. Eso sí, recuerda que el cubre cárter, que es opcional, no es únicamente estético sino necesario.

En líneas generales, vemos que es una moto que no miente. No tiene grandes pretensiones y va a lo que busca, una moto que es honesta. No quiere ser una trail endurera, pero tampoco se pone digna cuando tienes que embarrar la goma. Dicho de otra manera, es una moto que sirve para todo, pero sin grandes pretensiones.

¿Para quién es la CL500?

Sus rivales pueden ser la Triumph Scrambler 400 X, con un monocilíndrico de 40 CV, que tiene acabados premium y una mayor distancia libre al suelo. Eso sí, no hay que perder de vista la Royal Enfield Scram 411, que con unos 6.000 euros, tiene una potencia de 24 CV que se queda corta en vías urbanas. Desde Japón tenemos la Yamaha XSR700 Legacy, aunque juega en otra liga con 74 CV y un precio más elevado.

Con la Honda CL500 vemos que apuestan por atacar tres nichos de mercado. Por una parte, la del rookie o novato que tiene el A2, es decir, unos 25 o 35 años, que quiere algo más exclusivo que una 125 cc, pero no se atreve a una 700 cc. Por otro lado, también intenta conseguir la presencia del return rider, una persona que dejó el mundo de la moto para formar una familia y ahora quiere una moto ligera, retro y fiable. Por último, la del usuario scooter premium, que quiere la agilidad diaria con otra moto.

La Honda CL500 es una moto que no preventa reinventar la rueda y es ahí donde está su gran éxito. Con un propulsor robusto, tiene una carrocería scrambler con una inspiración sixties y tiene ligeras pinceladas de tecnología moderna. Es una moto honesta, bonita y fácil de llevar que invita a subirte a ella en el día a día y no tenerla en el garaje cogiendo polvo.

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Alejandro Delgado

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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