La moto que traemos hoy ni siquiera está a la venta aún, tan solo es un prototipo a la espera de que le llegue la luz verde para poder ponerse a la venta en el mercado, tal y como ocurre con la Ecosse ES1. Desde nuestro vecino país, Francia, llega esta propuesta. Se llama Furion M1 y es una moto híbrida, es decir, combina un motor de combustión interna con uno eléctrico de apoyo.
La idea del proyecto comenzó en 2015 en la ciudad de la competición por excelencia: Le Mans. En un mundo donde la electrificación se está imponiendo, los creadores de esta naked decidieron que sería una buena idea combinar las nuevas tecnologías con las ya probadas (sí, esas que a los enamorados del mundo de motor todavía nos entusiasman aunque contaminen). Y lo que más llama la atención, ya no es que sea híbrida, sino que el motor de combustión es rotativo.
No es la primera motocicleta con motor Wankel, algo que hemos visto en modelos del pasado como la Van Veen OCR1000, la Yamaha RZ201, la Norton F1 JPS o la DKW W2000. El uso de este tipo de propulsor permite al fabricante utilizar una cuna relativamente pequeña para acogerlo, así como una gratificante experiencia para el piloto al subirlo de vueltas. En contrapartida, su consumo de aceite es bastante elevado y su fiabilidad no la más famosa.
El birrotor de 654 centímetros cúbicos es capaz de entregar 120 CV a 9.000 vueltas y está ayudado por un motor eléctrico de 55 CV que, conjuntamente, dan una potencia total de 175 CV. Lo que más sorprende para su cilindrada sin embargo no es su potencia combinada, sino su elevado par motor, 155 Nm. Esa cifra es más propia de cilindradas superiores a los 1.000 centímetros cúbicos, y se transmite a la rueda trasera mediante una caja de cambios de seis velocidades.
La Furion M1 cuenta con un modo completamente eléctrico con un alcance de 50 km y sistema de recuperación de energía mediante el frenado
Con 239 kilos de masa en orden de marcha, no es la más ligera de las motos, pero su relación peso-potencia sigue siendo buena a pesar de la hibridación. Tal vez, el mayor inconveniente se encuentra en el reparto de pesos. El motor eléctrico se sitúa en el eje posterior, alterando de forma considerable las masas no suspendidas y comprometiendo, por tanto, el comportamiento dinámico y la agilidad. Eso sí, gracias a esa combinación híbrida, el consumo se reduce en un 35% según el fabricante.
Con un depósito de 16 litros y un consumo medio de 4 litros a los 100 kilómetros, la Furion M1 promete una autonomía de 400 kilómetros. En lo que respecta al tren de rodaje, el eje anterior cuenta con una pareja de discos de freno de 310 mm y cuatro pistones mientras que, para el eje trasero, se confía en un solo disco de 250 mm y un pistón.
Probablemente, esta sea la mejor idea para aprovechar el potencial de un motor rotativo. Los aficionados al mundo de las cuatro ruedas seguimos esperando poder ver el resurgir de las míticas siglas “RX” de Mazda, y parece que lo llegaremos a ver… de forma híbrida claro. Desde luego, aunque tan solo sea un proyecto, nadie puede quitar a la Furion M1 la originalidad del concepto.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS