Aunque las bicicletas eléctricas ya existían a finales del siglo XIX, hubo que esperar a 1996 para que los particulares pudieran comprar una moto eléctrica, la Peugeot Scoot’elec. Hoy día las motos eléctricas son una realidad habitual, pero ¿qué pasa con el hidrógeno? Aún se está investigando.
Uno de los primeros prototipos que apareció fue la Yamaha FC-AQEL, desvelada por primera vez en Japón durante el Simposio y Exhibición Internacional de Vehículos a Baterías, Híbridos y de Pila de Combustible (del tirón) en su vigésimo segunda edición. Este prototipo equivale a un scooter de 125 centímetros cúbicos.
FC viene de pila de combustible (en inglés, fuel cell) y AQEL de agua (en italiano, acqua) y eléctrica
Bajo el asiento encontramos un par de depósitos de hidrógeno a alta presión, 35 MPa, de los que desconocemos su capacidad. Esos alimentan una pila de combustible que alimentan baterías secundarias de iones de litio que a su vez dan energía a un motor eléctrico DC compacto y sin escobillas. La potencia tampoco se conoce, pero echémosle unos 10 CV.
También se exhibió en el Salón de Tokio de 2007
Entrando más en harina, el sistema completo se llama Yamaha Integrated Power Unit (YIPU). Sus elementos son el propio motor, una unidad de control electrónica y la transmisión secundaria de engranaje planetario que se integra en el buje de la rueda trasera. Todo es bastante compacto, lo exigido en un scooter. El único producto de escape es vapor de agua.
Las dimensiones del prototipo son de 1.845 mm de largo, 770 mm de ancho y 1.100 mm de alto. Aunque hablamos de un prototipo de hace 13 años ya contaba con iluminación integral a base de ledes: faro, intermitentes y piloto trasero. Detrás del escudo frontal se halla el radiador que mantiene controlada la temperatura de la pila de combustible. La YIPU -por abreviar- se integra en el basculante trasero.
El FC-AQEL fue un paso más tras haber hecho un experimento previamente con otra pila de combustible, pero no funcionaba con hidrógeno, sino con metanol. También produce electricidad, pero hay algo más de residuo. En 2003 se comenzó el desarrollo de esa vía y en 2005 se llegó al prototipo FC-me, equivalente a un ciclomotor, y que se utilizó en oficinas gubernamentales de Shizuoka (Japón) en régimen de leasing.
Es fácil especular con que esas bombonas de hidrógeno presurizado podrían almacenar la energía suficiente para recorrer algo más de 100 kilómetros, que para moverse por entornos urbanos es algo aceptable. Eso sí, la infraestructura es clave. En Japón el tema del hidrógeno está mucho más avanzado que aquí, tengamos en cuenta que es un país energéticamente dependiente, de hecho, se metió en la Segunda Guerra Mundial contra Estados Unidos básicamente por tener petróleo.
Mientras tanto, la investigación continúa y puede que algún día veamos scooters de pila de combustible de hidrógeno, pero al ritmo que avanzan las eléctricas no lo tengo tan claro.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS