Moto del día: Yamaha SR 125

Moto del día: Yamaha SR 125

Vivir a la sombra de la hermana mayor


Tiempo de lectura: 4 min.

La Yamaha SR 125 nació a mediados de los años 80 para ponerle las cosas fáciles a los motoristas principiantes, concretamente en 1982. Fue una moto ideada entorno a tres premisas básicas: ser una moto sencilla, fiable y económica. Una moto creada con la intención de que pudiese utilizarse como herramienta de trabajo y también como el vehículo de ocio que un inquieto joven utilizase para sus viajes de aprendizaje y en las rutas del fin de semana.

Con esta carta de presentación podemos intuir que era mucho lo que los de Iwata intentaban abarcar con este modelo, por lo que -como suele ocurrir con los productos de amplio espectro- se consiguió una moto que cumplía bastante bien en cada uno de estos puntos sin conseguir la excelencia en ninguno de ellos.

Podríamos decir que esta Yamaha SR 125 es al igual que sus hermanas, las Yamaha SR 500 y SR 250, una pequeña moto para todo, con la que disfrutar en el día a día sin complicaciones, algo que es característico de la familia Single Road

Sin embargo, el éxito cosechado en nuestro país fue mucho menos notorio que el de su hermana 250, que ha sido una de las motocicletas más vendidas dentro de nuestras fronteras. El lenguaje de diseño difería un poco respecto al de sus hermanas mayores, que apostaban por diseños más clásicos.

Con la Yamaha SR 125 se arriesgaba con un diseño marcado por las modas de la época, que imponía líneas rectas con acabados casi rectangulares en alguno de sus componentes. Es algo que podemos ver en intermitentes, tapas laterales, e incluso en una instrumentación, que contaba con un cuadro que incorporaba velocímetro, odómetro y testigos para luces e intermitentes en un único elemento casi rectangular. Un diseño que ha envejecido a todas luces algo peor que el de sus hermanas mayores.

Su pequeño propulsor de 125 cc se encuentra refrigerado por aire, es de un único cilindro con dos válvulas movidas por varillas y balancines -tipo OHV-. El diámetro/carrera de este sencillo motor es de 57×48,8 mm y se encuentra alimentado por un carburador Teikei de 24 mm. Como podemos ver, unas especificaciones sencillas para declarar una potencia que no desmerece a la sencillez del conjunto, ya que entrega 12 CV a 8.500 RPM y un par máximo de 9,8 Nm a 8.000 RPM.

El chasis, que se desarrolló para la ocasión, es también una solución simple y eficiente que cumple con las pretensiones del modelo, ya que se trata de un bastidor de simple cuna abierta de acero al que se ancla el motor en su zona baja para cerrar la estructura. El basculante igualmente se encuentra fabricado en acero.

Yamaha SR 125 1997

Yamaha SR 125 (1997) – Fotografía: Kuro8124 (Wikimedia Commons) CC BY-SA

El conjunto de suspensiones cuenta con una horquilla delantera de tipo telescópico convencional, que posee un recorrido de 120 mm y que, como es de esperar, no tiene ningún tipo de regulación. Detrás encontramos un par de amortiguadores gemelos -uno en cada lateral de la moto- que cuentan con un recorrido de 78 mm y unen el basculante al subchasis trasero.

El comportamiento de la suspensión es el que se produce de forma generalizada en este tipo de motocicletas, que suelen tener un tarado blando para absorber las irregularidades del firme, pero que hunden en exceso -sobre todo la horquilla delantera- en frenadas fuertes o de emergencia.

Por ello, si estamos pensando en comprar o utilizar uno de estos modelos es un punto muy importante a poner al día, ya que frecuentemente el mantenimiento de estos elementos suele haber sido poco -o nulo- en muchas ocasiones.

Yamaha SR 125 1998

Yamaha SR 125 (1998)

Los frenos dependen de la versión o año del modelo, ya que las primeras versiones venían equipadas con tambor tanto en la rueda delantera como en la trasera. Sin embargo, a mitad de su vida comercial se pasó a equipar un disco de 237 mm que era mordido por una pinza de único pistón en la rueda delantera, manteniendo, eso sí, el tambor trasero de 130 mm.

Las llantas radiadas también variaron en su diseño a lo largo de los años, aunque su diámetro de 17 pulgadas para la delantera y de 16 pulgadas para la trasera permaneció invariable.

Sin duda, la Yamaha SR 125 es una buena opción para aquellos que busquen una motocicleta de estética ochentera, siempre que se encuentre en buen estado, ya que el número de piezas en el mercado de segunda mano es infinitamente inferior al de su hermana de SR 250.

Yamaha SR 125 1999

Yamaha SR 125 (1999) Fotografía: strontium500 (Bikepics.com)

No obstante, si lo que nos gusta es el concepto de moto sencilla y para todo, quizá convenga más hacerse con una Yamaha YBR 125, que podremos encontrar a precios muy similares y con muchos menos años a sus espaldas.

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Sobre mí

Jesús Guillermo Pozo

Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.

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Miguel
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Miguel

Pues el motor no era “de varillas”. Era una distribución por cadena con un árbol de levas en culata. Solo había que tensar la cadena de vez en cuando. Yo me deshice de la mía tras 20 años y aún me arrepiento.


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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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