Durante los años 80 y bien entrado ya en los 90, los fabricantes japoneses apostaron muy fuerte por el mercado custom. Desde las pequeñas 125 cc a las grandes bicilíndricas con motores cercanos a los dos litros, miraron cara a cara a Harley-Davidson en una dura pugna por hacerse con el mercado más importante: Estados Unidos. No acabó de funcionar como les hubiera gustado, y poco a poco fueron abandonando este segmento. Pero nos dejó alguna rareza como la que os traemos hoy: la Honda Jazz. Y no, no estamos hablando del utilitario de cuatro ruedas.
Aunque lo normal a la hora de pensar en una moto custom es imaginarnos una moto relativamente grande, lo cierto es que las hubo de todas las cilindradas. Incluso rarezas de dos tiempos. Y también hubo modelos englobados en la categoría de ciclomotor, es decir, con mecánicas de 49 cc y pensada para adolescentes o gente con licencia (ahora llamada AM).
La Honda Jazz es un buen ejemplo de uno de estos modelos. Tienen todo lo necesario para ser considerado una moto custom de la vieja escuela, pero en formato reducido: cromados, llanta trasera ancha, larga distancia entre ejes, formas del depósito, etc. Llegó en 1986 y estuvo fabricándose hasta nada menos que 1997, y vendiendo el stock que quedó incluso un par de años más. Llegó a coincidir con la Honda Magna, que tuvo también su versión de 49 cc.
Honda, de las primeras en apostar cien por cien en mecánicas de cuatro tiempos, aprovechó el motor de su mítica Honda Super Cub para animar a la Honda Jazz. Mecánica sencilla, austera en el consumo y casi irrompible. Motor monocilíndrico AC09E refrigerado por aire y distribución SOHC con dos válvulas, 4 CV a 7.500 vueltas y un par máximo de 4,2 Nm a 6.000 RPM.
Con un peso de 77 kg en seco y 83 kg con el depósito de 6 litros lleno, cuando decimos lo de austera de consumo es real. Declaraba, a una velocidad constante de 30 km/h, 110,5 km gastando 1 litro de gasolina, o lo que es lo mismo: 0,9 l/100. Su autonomía era la misma que la de un coche, estimada en más de 650 km. La transmisión era de 4 marchas manual.
Esta pequeña moto tiene el honor de ser la primera moto que montaba una llanta trasera lenticular (como la Harley-Davidson Fat Boy). Pero no solamente en eso imitaba a las motos de Milwaukee. Había sitio para un asiento de baja altura, un depósito tipo lágrima, cromados en intermitentes, amortiguadores, soportes, caja de la batería, faro, manillar, instrumentación, etc.
La Honda Jazz se complementaba con una horquilla telescópica de largo avance (1.325 mm entre ejes), doble amortiguador hidráulico trasero y frenos de tambor en ambos ejes. Suficiente para que a lo largo de esa década en la que se vendió, no sufriese casi cambios o actualizaciones más allá de colores.
Como os imaginaréis, la Honda Jazz no llegó a nuestro mercado, pero sí a Gran Bretaña. Allí es una rareza, y por ejemplares en buen estado, es fácil que se pidan más de 3.000 o 3.500 euros.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS