Muchos todavía recordarán aquellas “viejas” 500 GP, aquellas histéricas y chillonas motocicletas de competición con motores de dos tiempos. Era una situación bastante particular, porque las carreras del Mundial, la competición más importante, o al menos la considerada más importante, estaba dominada por motores que apenas se usaba en modelos de producción. Hecho que acabó por provocar un cambio de normativa y la entrada de los cuatro tiempos con mucha fuerza en el mundial.
Los motores de dos tiempos dominaron la categoría durante décadas, y mientras eran las marcas europeas las que más usaban los motores de dos tiempos –sobre todo los italianos, para sus scooter y sus salvajes 125–, el Mundial de 500 fue dominado en gran parte por los japoneses. Honda, Yamaha o Suzuki, las tres “grandes marcas” niponas se repartieron gran parte de los mundiales desde 1975 hasta 2001, aunque hubo oposición de los europeos, sobre todo por parte de Cagiva.
Cagiva estuvo durante 14 años buscando la forma de batir a los japoneses pero nunca logró el título. Fueron tres víctorias, 11 podios, 6 poles y tres vueltas rápidas, casi todo logrado en los últimos años de participación y no fue por pilotos, porque contaron durante un tiempo por las habilidades de Eddie Lawson. Por supuesto, también hubo mucha polémica con los italianos, porque se les llegó a acusar de copiar a Yamaha e incluso de pactar con los japoneses para mantenerse en liza.
Una de sus mejores temporadas fue 1991, precisamente cuando Lawson estaba en el equipo y cuando Cagiva desarrolló la C591, una moto que siempre ha sido considerada como una de las más bellas de la categoría 500 2T. La base de la Cagiva C591 databa de 1985, cuando la firma italiana había adoptado el motor V4, como todas las “grandes”. También fue la última 500 GP de Cagiva que usó un motor de calado tradicional, porque para 1992 se desarrolló un motor tipo “Big bang” como el de Honda.
El desarrollo del motor de la C591 fue dirigido por Ezio Mascheroni, el chasis fue responsabilida de Luigi Botta y de la puerta a punto del conjunto se encargaron Andrea Goggi y Fiorenzo Fanalli. La C591 fue la motor más evolucionada de Cagiva en todos los aspectos y contaba con detalles como carburadores Mikuni, encendido Kokusan, suspensiones Öhlins o frenos Brembo.
Si comparamos los datos que ofrece el motor de la Cagiva C591 puede parecer poca cosa, sobre todo cuando tenemos motor de más de 200 CV en la calle, pero recordad que hablamos de un motor de dos tiempos de comienzos de los 90 y era muy, muy ligera. La cilindrada era de 498 centímetros cúbicos, repartidos entre cuatro cilindros en V a 80 grados con dos cigüeñales. Rendía 169 CV a 12.000 revoluciones y solo pesaba 130 kilos. La relación peso-potencia está muy por debajo del 1/1, es decir, por debajo del kilo por caballo. Y eso que contaba con un chasis de aluminio y no con el chasis de carbono que Cagiva había desarrollado en 1990.
Cagiva abandonó el Mundial de Velocidad poco después y dejó sola a Aprilia y su bonita RSW-2 bicilíndrica.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS