Dicen que la competencia entre marcas hace avanzar la tecnología. De ser así, estaría claro que buena parte de lo que son hoy en día Indian y Harley-Davidson viene como resultado de su histórica pugna. Una rivalidad iniciada cuando ambas empresas comenzaron su andadura en 1901 y 1903 respectivamente. De esta forma, tanto la una como la otra han pugnado no sólo por tener en su gama las motocicletas referenciales y tope de gama para el mercado americano, sino también muchos de los modelos intermedios responsables de las ventas masivas. En este sentido, uno de los ejemplos más interesantes es la Harley-Davidson Model D 45 de 1929.
Una motocicleta de gama media, la cual fue perfecta para el transporte diario de muchos estadounidenses. Justo el tipo de montura en el que algunos fabricantes venían insistiendo desde años atrás saliendo así de un nicho de mercado dedicado a las carreras y la alta gama. Contexto donde se fraguó la competencia entre Indian y Harley, llevando también el duelo al campo de las ventas. Una estrategia en la que las carreras promocionaban a los modelos de serie, dando lugar a una batalla por el liderazgo en la comercialización de motocicletas para el día a día. Eso sí, para ello se rebajó la cilindrada hasta el campo de los 750 cm3.
De esta forma, no sólo se conseguían precios acordes a una gama popular, sino también impuestos más asumibles por el comprador ya que éstos venían por la categoría según cilindrada. Cumplidos estos elementos básicos para vender a gran escala, la realidad es que la idea vino de una tercera marca a la que hasta ahora no hemos nombrado: Excelsior. No en vano, fue ésta la que en 1925 lanzó la Super X. Un modelo con 750 cm3 que fue replicado por la Indian 101 Scout en respuesta a la cual se presentó la Harley-Davidson Model D 45. Una motocicleta que, de forma inesperada y totalmente casual, llegó para salvar de la Gran Depresión a la empresa de Wisconsin.
Nacida como respuesta a la Indian Scout 101, la Model D 45 ayudó a salvar a Harley tras el Crack del 1929 gracias a su eficiencia dentro del segmento intermedio con un buen nivel de ventas
Harley-Davidson Model D 45, economía para salvar de la quiebra a la empresa
Tras diversas crisis financieras, ahora sabemos que cuando la economía crece a un ritmo exponencial seguramente se esté creando una burbuja capaz de estallar de la noche a la mañana. Sin embargo, durante los “felices años veinte” nadie pudo -o quiso- advertir sobre la virtualidad de la situación. Por ello, cuando en octubre de 1.929 la bolsa de Nueva York se desplomó pilló por sorpresa a multitud de empresas incapaces de rectificar el rumbo hacia segmentos de venta populares. Sin embargo, en lo que se refiere al motociclismo afortunadamente ya se había transitado años atrás hacia modelos con cilindradas más modestas y discretos usos diarios.
Corriente a la que Harley-Davidson fue una de las últimas en llegar, pero que al hacerlo con la Model D 45 justo unos meses antes del comienzo de la Gran Depresión acertó de pleno sin quererlo. No en vano, este modelo de 750 cm3, dos cilindros y 15, 18,5 o 20 CV según la relación de compresión fue el salvavidas comercial de la marca mientras el equipo oficial de competición se resentía a pesar de los esfuerzos de pilotos como Joe Petrali. Al fin y al cabo, aunque la Model D 45 era vista como una Harley de pleno derecho lo cierto es que su concepción como una motocicleta versátil y relativamente económica para el ciudadano medio aseguró unas ventas constantes incluso en los peores momentos de los años treinta.
Además, el hecho de que el ingeniero Arthur Constantine partiera de cero para el diseño de la Harley-Davidson Model D 45 le otorgó una gran libertad de creación reflejada en la calidad de la mecánica. Así las cosas, ideó un bloque motor de dos cilindros en V y cabeza plana que con 44 años en activo ha sido uno de los ingenios más exitosos en la historia de la marca. Sin duda una proeza mecánica, la cual sirvió como inspiración a muchos modelos posteriores que imitaron la fórmula de la Model D 45 siguiendo su estela de ligereza. Y es que, para montar los componentes Arthur Constantine escogió el cuadro de las ligeras monocilíndricas ya existentes en la gama.
La mezcla de ligereza del cuadro procedente de las motocicletas monocilíndricas con el diseño del motor de 750 cm3 y cabeza plana fue un acierto que perduró décadas en el tiempo
De esta forma, buen peso y potencia se unían para dar un comportamiento alegre a la Harley-Davidson Model D 45. Otro dato a favor de la misma, la cual se nos presenta casi un siglo después de su presentación como un modelo fundamental en la historia de la marca. No sólo por su diseño sino especialmente por haber posibilitado la supervivencia de la empresa durante la Gran Depresión. Y es que, al fin y al cabo, un modelo no es sólo su tecnología, sino también la capacidad que ha tenido para hacer crecer a la empresa que lo ha fabricado.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS