Los primeros años de la década de los 90 fueron la época dorada de los modelos “R” monocilíndricos dos tiempos de octavo de litro. Si bien es cierto que previamente ya había motos de carretera de esta cilindrada con una potencia elevada, a partir de la década de los 90 empezaron a evolucionar hasta convertirse en prácticamente motos de circuito que se podían matricular para circular en carreteras abiertas.
Si pensamos en Aprilia seguramente se nos vengan a la cabeza las siglas RS, como ya vimos en su día con la Aprilia RS 125, pero el camino previo de la marca vino marcado por una serie de modelos anteriores que tuvieron a mi parecer su máximo esplendor con la Aprilia AF1 Futura, una moto que dio un golpe sobre la mesa y marcó el camino a seguir a sus competidoras.
Este modelo fue presentado en febrero de 1990, y se comercializó poco tiempo después, partiendo de la moto que previamente habían desarrollado, la Aprilia Sintesi Sport, pero radicalizando aún mas si se podía el concepto. Se realizó una reducción de peso -126 Kg-, y reforzó un chasis de aluminio de por sí excepcional que ahora si quedaba a la vista debido a la reducción del carenado que deja al descubierto las vigas de fundición de aluminio que lo componen.
Si realizamos un repaso visual de la moto, nos damos cuenta que poco tiene que ver con una pequeña 125 actual, parece que estamos ante una moto de mucha mayor cilindrada, tanto por volumen, como por la calidad de componentes que encontramos.
Es una moto en la que todo está pensado para ser eficaz y permitirnos rodar rápido, no hay nada orientado al confort, como podemos observar al ver su pequeño asiento a doble altura, o los bajos semi-manillares que nos obligarán a adoptar una posición muy tumbada sobre un depósito de 14,5 litros de capacidad, para finalmente quedar resguardados bajo su cúpula, que alberga una instrumentación analógica firmada por la marca italiana Veglia Borletti.
El propulsor, como no podía ser de otra manera, es un monocilíndrico dos tiempos que cubica 124,7 cc, refrigerado por agua. Concretamente es un motor marca Rotax, modelo 123 que se encuentra alimentado por un carburador Dell’Orto VHSB de 34 mm, que le otorga una potencia total de 31 CV a 10.500 RPM. Posee válvula de escape controlada electrónicamente -denominada RAVE por la marca- para mejorar la respuesta a bajo régimen, y se encuentra unido a una caja de cambios de seis relaciones con transmisión final por cadena.
La parte ciclo, como decía, se compone de un chasis tipo doble viga de aluminio estampado, que deja el motor unido al mismo por su parte inferior, y que va unido a su vez por su parte posterior a un precioso basculante monobrazo de acero, que es algo inusual y raro de ver en motos de esta cilindrada. El monoamortiguador trasero es regulable en precarga, y la horquilla telescópica delantera pasa a tener unas barras con un diámetro de 38 mm, que aunque no es regulable posee un tarado duro para aguantar las embestidas del equipo de frenos.
El apartado de frenada es sin duda uno de los mejores equipados hasta el momento en una moto de esta categoría, cuenta con una bomba de freno delantera con depósito separado que manda la potencia a un equipo formado por un disco de 320 mm y pinza de cuatro pistones. En el eje posterior la frenada está a cargo de un disco de 240 mm que es mordido por una pinza de doble pistón.
A partir del año 1991, la Aprilia Futura presenta algunos cambios, entre los que cabe reseñar el uso de un colín renovado con una nueva estética que pasa a formar un bloque en la unión del depósito que ahora pasa a ser de fibra, pasando a parecer una pieza completa. En el apartado estético también presenta una nueva rejilla sobre el piloto trasero y unos nuevos soportes de estriberas pintados en negro.
El motor sigue siendo el mismo modelo de Rotax 123, pero cambia la unidad térmica, que pasa a montar un cilindro distinto, que hace que tenga una potencia superior, 33,44 CV a 11.500 RPM, teniendo una mejora del rendimiento considerable.
En la parte ciclo también hay cambios, presenta una mejoría estética en el chasis con unas soldaduras mejor trabajadas que dan un salto en cuanto a acabado. La suspensión delantera pasa a ser de tipo invertido con barras de 40 mm, y aunque el apartado de frenado no cambia, sí cambia el ancho de las ruedas, que pasa a ser de 100/80 R17 delante y 130/70 R17 atrás a 110/70 R17 y 140/70 R17, respectivamente, aunque su diseño de cinco radios no varía.
En el año 1992 también se presentó una versión orientada a las copas de carreras denominada “Sport Production” sobre la base de la AF1 futura de 1992, con nuevo cilindro, suspensiones y una nueva gestión electrónica y sistema de escape.
Sin duda, Aprilia con este modelo luchó por ser la referencia del segmento, aunque en una época en la que cada año se presentaban novedades en esta categoría, otras marcas como Gilera o Cagiva le pusieron las cosas difíciles, con evoluciones que parecían nunca acabar en la escalada de potencia y en velocidad punta, que en estos modelos ya estaban cercanas a los 170 km/h.
Qué pena ver ahora las aceras llenas de YBR o CBR 125…
Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.Desde luego estas y otras como las Mitos nos marcaron a muchos, tanto que a mis 33 me quite la espinita de no haber tenido una 125 2T de adolescente y me he hecho recientemente con una Tuono 125 2T, sabiendo lo que son y siendo estrictos con el mantenimiento que exige una 2T en cuanto a sensaciones y pese a ser una “octavo de litro” no he tenido moto más divertida, apenas toco la Inazuma desde que tengo la Aprilia.
Indudablemente da nostalgia que desaparezcan este tipo de motos. Pero estas 125 2t deportivas no tienen nada que ver con las 125 del A1 de hoy dia. Más del doble y hasta el triple de potencia frente a un 4t 125 actual. Pero tampoco nada que ver en fiabilidad, durabilidad y consumo… Tenías suerte si hacias 10.000kms con una de estas sin reparar medio motor. Con mi YBR voy 110.000 km intacta.
Una 4T apretada (pasando del límite legal de 15 CV) también puede hacer maravillas, pasar de 150 km/h con riesgo de gripar cilindro, sobre todo con las refrigeradas por agua. Existiendo buenas motos de cilindrada media con mejores prestaciones las 2T 125 se convirtieron en un anacronismo.
Está claro que las 125 actuales son mucho mas fiables, a parte de que los motores de válvulas suelen serlo, hay 20 años de evolución entre unos modelos y otros… pero también es cierto que han perdido ese aura que nos hacía fantasear a los mas jóvenes con este tipo de motos. Con estas motos es cierto que aprendías de mecánica a la fuerza… pero también era parte de su encanto, creo he aprendido mas de mecánica (y también he sacudido mi cartera) llevando mis viejas dos tiempos al mecánico casi que cuando me he formado por mi cuenta.