A principios de este año llegaba a nuestro país una nueva marca asiática, y que responde al nombre de Ariic. No hemos hablado de ella hasta ahora, algo que no es justo, pues el segmento de 300/350 cc es uno de los más fuertes después de las 125 cc, y el primer modelo llega precisamente para competir en esta difícil categoría. Se trata del Ariic 318, un scooter que, como veremos, ha llegado con mucha fuerza y con muy buenos argumentos.
Aunque aquí lo vayamos a conocer como Ariic, solo se trata del nombre elegido para Europa. Detrás se encuentra el Grupo Jinlang Science and Technology Co Ltd., con más de 20 años de experiencia a la hora de producir scooters en China. Actualmente tiene 500 empleados, y fabrica 150.000 scooters al año además de 750.000 motores que son usados por otras marcas asiáticas. Esto le ha permitido desarrollar por completo este modelo, incluyendo el motor.
En el desarrollo han trabajado antiguos técnicos de marcas como Honda o KYMCO. Y para la parte estética, la mano de Alessandro Tartarini se nota en cada trazo. Si no sabes de quién te estoy hablando, es nada menos que el hijo de Lepoldo Tartarini, fundador de Italjet. Alessandro fue quien concibió modelos míticos como el Velocifero, Formula o Dragster.
Pero antes de hablar de él, es lógico hablar de su curioso nombre: 318. Con él no nos está hablando de la cilindrada, sino de la Ruta 318, una carretera que une las capitales de Tíbet (Lhasa) y Nepal (Katmandú). Es denominada la carretera más alta del mundo, pues no en vano supera puertos con más de 5.000 m de altitud. Este nombre no fue elegido por un motivo comercial, sino que la carretera tuvo un papel fundamental en el desarrollo del Ariic 318.
Y es que Wu Huacong, propietario de la marca, hizo 6.000 km desde el Mar de China pasando por la Ruta 318, y con ello poder comprobar la fiabilidad del que iba a ser su nuevo modelo. Curioso que el propio “jefe jefazo” quisiera él mismo participar en el desarrollo, pues no suele ser lo habitual. Pero además, pusieron uno de los motores a funcionar durante 500 horas seguidas (el doble de lo habitual), y ver así dónde podría fallar o cómo sería su desgaste tras esos casi… ¡21 días en marcha!
Ahora sí, y tras esta pequeña introducción, ya podemos hablar del Ariic 318 en profundidad. Y empezamos por su propulsor de desarrollo propio. Se trata de un motor monocilíndrico de cuatro tiempos, cuatro válvulas, refrigeración líquida e inyección electrónica Delphi que cubica 276 cc. Su potencia es de 24 CV a 8.000 RPM, ofreciendo además un par máximo de 25 Nm a 5.000 vueltas. Son cifras muy dignas, en la media del segmento de 300 cc y enfoque GT.
Bajo la angulosa carrocería se esconde un chasis tubular de acero. La parte de ciclo continúa con una horquilla telescópica para el tren delantero, además de un doble amortiguador trasero regulable en precarga.
Destaca el equipo de frenos, formado por dos discos lobulados delanteros con pinzas radiales de cuatro pistones. Lo normal en este segmento es montar un solo disco. Detrás hay un tercer disco, con pinza de dos pistones. El ABS de doble canal está firmado por Bosch. Por último, combina llanta de 14″ delante y 13″, con neumáticos en medida 120/80 y 150/70 y Pirelli Diablo Rosso Scooter como monta de origen.
No es una moto excesivamente pesada (está en la media), pues declara 189 kg en seco. Habría que añadir 13 litros de combustible, que junto a los 3 l/100 de consumo homologado, le permite supera los 400 km de autonomía, siendo esta una de sus grandes bazas. El asiento se sitúa en los 790 mm, lo que lo hace apto para prácticamente cualquier talla.
Uno de los apartados en los que destaca el Ariic 318 es en el equipamiento de origen, que es muy completo. Como es casi obligatorio hoy en día, la iluminación es full LED. Bajo el asiento hay hueco para un casco integral y está forrado, ofreciendo además luz de cortesía y un bloqueo de la apertura del asiento a dos alturas. Delante hay una guantera doble (sin llave), y doble toma USB (en una guantera y la otra, bajo el asiento).
Incluye también un sistema de arranque sin llave, además de una novedosa función SOS para que, en caso de accidente, el motor se detenga de forma automática y se llame a los servicios de emergencia. También cuenta con otro gadget que ya vimos en otros scooter hace años, y son dos trampillas que se pueden abrir y por donde nos llega aire caliente del radiador para poder ir más cómodos en invierno.
La mayor novedad en el equipamiento es la cámara frontal situada entre los faros, y que permite grabar nuestros trayectos en calidad HD gracias a una aplicación para el smartphone. Hay además otro elemento curioso, y es un claxon de intensidad variable y que suena con mayor fuerza cuanto más presión ejerzas en el botón situado en la piña. Sin duda, dos elementos de lo más curiosos.
Quizás los dos puntos donde de momento flaquea es en la pantalla, que no es regulable ni manual ni eléctricamente. Y también la instrumentación, un poco viejuna al recurrir a una doble esfera analógica y una pantalla digital central. Lo lógico habría sido incluir una pantalla TFT. Pero parece ser que cuando llegue la siguiente generación del Ariic 318, ambos apartados estarán solucionados.
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Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS