La BMW HP2 Enduro es una moto poco vista, y si me apuras poco conocida, ya que se vendió de forma limitada entre los años 2005 y 2008. Era un producto de nicho orientado a un tipo de cliente muy particular, aunque BMW nunca la vendió como una serie limitada o exclusiva. Los alemanes decían que la seguirían fabricando mientras hubiese demanda que la quisiera.
En esencia, la idea detrás de la BMW HP2 Enduro era algo así como coger una BMW R 1200 GS y despojarla de todo lo que no fuera necesario ni mejorase su comportamiento offroad. De esta forma se conseguía un conjunto muy sencillo y minimalista 100 % orientado en circular por lo marrón a toda mecha.
La moto partía del propulsor Boxer de casi 1.200 cc refrigerado por aire que se había presentado hace tan sólo un año. Con algunas mejoras aquí y allá conseguía elevar la potencia hasta los 105 CV, mientras que el par no era problema gracias a los 105 Nm que erogaba esta mecánica.
El resto de la moto era prácticamente nuevo y creado ex profeso para ella. Se abandonaba la suspensión Telelever en la rueda delantera en favor de un esquema más convencional de horquilla telescópica invertida. Con 45 mm de diámetro y un recorrido entre topes de 270 mm está claro que no se iba a quedar corta. De esta manera, al emplear una suspensión “de toda la vida”, se ahorraba peso en el conjunto y además se conseguía una respuesta más natural y familiar a la que la gente estaba acostumbrada en motos de enduro.
Atrás se mantenía el monobrazo Paralever y el eje cardán, sello tradicional de la firma bávara, solo que se optaba por alargar unos milímetros el basculante con el fin de conseguir mayor estabilidad y control por campo, a costa de mermar su agilidad en tramos revirados. La distancia entre ejes crecía con ganas hasta llegar a 1.610 mm. Pero en el fondo, esta moto buscaba mancharse de barro, no ser divertida en un puerto de montaña.
El chasis por su parte también era de nueva factura. Se empleaba un bastidor tubular de tipo Trellis que rodeaba todo el bloque del motor y en conjunción a este aportaba ese plus de rigidez y robustez, mientras que el subchasis era más sencillo, ya que no estaba pensado para lidiar con el peso de un segundo ocupante ni maletas laterales.
El resto de elementos de la moto también ahondaban en esa idea de que menos es más. Adelante encontrábamos un único disco de freno para detener los 105 CV de la moto, pero la idea es que en campo, las velocidades alcanzadas y el escaso grip de las superficies no son suficientes como para poner en aprietos este componente. El tanque de combustible se tenía que conformar con 13 litros de capacidad, suficientes para hacer el cabra loca durante unas pocas horas por el campo y volver a la “base” a repostar.
La potencia por otro lado no se iba a emplear durante la mayor parte del tiempo, pero contar con ese motoraco, ese enorme par desde bajas vueltas siempre era un reclamo y un recurso de cara a buscar derrapadas o deslizamientos de la rueda trasera a golpe de gas. Para los pilotos con “manos” el bóxer era todo un entretenimiento.
En cuanto a las gomas, la idea era la misma. Adelante montaba una rueda de 21 pulgadas que siempre le fue negada a su hermana, la GS, en medídas de 90/90 R21, mientras que atrás se conformaba con un zapato de solo 140 mm de ancho.
Al final, la ventaja de todos estos recortes y austeridad es que el peso en vacío era de sólo 175 kilos. Seguía siendo demasiado si la comparamos con las típicas dirt bikes, pero ya comenzaba a moverse en valores razonables para practicar un offroad muy serio con ella. A fin de cuentas, el llevar esos dos “pistonzacos” encima se tenía que notar a la hora de pasar por la báscula.
En resumidas cuentas, una moto un poco loca, una idea un tanto descabellada y que nadaba contra corriente para proponernos algo diferente a lo que estaba haciendo todo el mundo. Porque si los fabricantes llevaban años desarrollando y puliendo la receta perfecta para hacer una buena moto offroad, ahí estaba BMW para llevar la contraria y hacer las cosas como le daba la gana.
Y precisamente, esa heterogeneidad, ese aporte de riqueza fue la gran contribución de la BMW HP2 enduro a la historia del motociclismo. Hoy en día son muy difíciles de encontrar. Las pocas que se vendieron han acabado en manos de coleccionistas, pero también de gente que sabe muy bien la moto que tiene entre manos y que suelen conservarlas con celo. No en vano, hoy en día es imposible encontrar otros modelos con características similares a esta.
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Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS