Hoy en día cuando pensamos en BMW lo primero que nos viene a la cabeza son las siglas GS y toda su gama de motos de aventura. Hace unos años esto no era así y las motos más famosas de la casa bávara eran las RT. Las road tourer eran el máximo exponente de las motos viajeras de los años ochenta y noventa, capaces de afrontar grandes rutas sin despeinarse.

Nuestra protagonista de hoy es la BMW R 1100 RT, una de las tourer mas icónicas de la familia. Llegó en 1996 para sustituir a la vetusta R 100 RT, que se había quedado atrás en todos los aspectos respecto a la competencia japonesa, liderada por la Honda ST 1100 Pan European.

En Alemania tenían que dar un golpe de efecto y afrontar una renovacion completa del modelo. La tendencia del segmento era a fabricar motos cada vez más grandes, potentes y confortables, y en eso se centraron en Baviera. El cambio fue tan radical, que si ves la R 100 RT junto a la R 1100 RT no parece que sea su sucesora, si no que pensarías que hay una o dos generaciones entre medias.

La BMW R 1100 RT destacaba por un carenado integral de lineas redondeadas que rodeaba todo el modelo y tapaba la mecánica, protegiéndola de la intemperie. Gracias a esto y a la generosa cupula frontal, regulable en altura electrónicamente, la proteccion aerodinámica era de lo mejor que podía encontrarse por aquella época.

La parte ciclo también era completamente nueva. Se adoptó un sistema de suspensión Telelever, que ya había estrenado su hermana campera, la BMW R 1100 GS, en 1993. El Telelever evita el hundimiento en la horquilla delantera al efectuar frenadas fuertes, algo especialmente acusado  en modelos de peso elevado. Atrás se recurría a una suspensión de tipo Paralever con la que BMW ya llevaba trabajando algunos años.

Como suele ser habitual en BMW, el propulsor formaba parte de la estructura de la moto junto con un par de subchasis -delantero y trasero- para completar el conjunto. El basculante era de tipo monobrazo y en su interior iba alojado el eje cardán para llevar el giro a la rueda trasera.

El motor fue otro de los apartados que dieron un salto de gigante. Se mantenía la configuración bóxer refrigerada por aire, pero la cilindrada aumentaba hasta los 1085 cm³ desde los 971 precedentes. Estaba alimentado mendiante un sistema de inyección electrónica, algo muy inusual en 1996 pero con lo que BMW ya tenía práctica, por su inclusión en la serie K. La potencia alcanzaba unos correctos 90 CV con los cuales la moto podía alcanzar una velocidad punta de 211 km/h gracias a su caja de cambios de cinco velocidades.

La BMW R 1100 RT venía de serie con un par de maletas laterales y puños calefactables. El asiento era amplio y confortable, por lo que conductor y pasajero eran bien recibidos en ella. Traía de serie ABS, algo que ya empezaba a verse en los modelos de alta gama de algunos fabricantes.

De segunda mano es una moto difícil de comprar, como casi todas las BMW. Los precios arrancan en unos 3.000 euros por unidades que tienen una “millonada” de kilómetros a sus espaldas. Si buscas unidades con algo más de vida útil por delante, tendrás que desembolsar entre 3.500 y 4.000 euros.

Es mucho dinero por un modelo que tiene más de veinte años. A favor tiene todo el pedigrí touring de BMW y el motor bóxer, que es toda una insitución en el mundo del motociclismo. Por otra parte es una moto que, pese a su edad, incorpora tecnología muy puntera en su día, por lo que no se ha quedado tan obsoleta como algunas de sus contemporáneas.

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