He de reconocer que hasta ayer no sabía de la existencia de la BMW R 1200 ST y a buen seguro algunos de vosotros tampoco. Esta moto se presentó en 2005 y fue tal el fiasco (por motivos que saltan a la vista) que BMW la retiró del catálogo tan sólo un par de años después, en 2007, siendo uno de los fracasos más gordos del fabricante bávaro en los últimos años, como también lo fue la BMW F 650 CS Scarver por aquella época y por idéntico motivo.
Como concepto, la BMW R 1200 ST estaba bien, de hecho, es un tipo de motocicleta que no abunda en la actualidad y que personalmente me encanta. Se trata de una sport turismo, y la idea general se basa en la polivalencia. Es un modelo todo uso que funciona igual de bien en carreteras de curvas yendo rápido que como moto de turismo para realizar grandes tiradas por carretera.
Además, la implementación del concepto también era buena. Si atendemos a la parte técnica y funcional, era un modelo muy bien hecho, algo a lo que nos suele tener acostumbrada la casa bávara. Como ya es tradición, la moto se basaba en la familia R 1200 de BMW.
Los alemanes son unos maestros en presentar una nueva generación de motos cada pocos años basadas todas ellas en la misma plataforma o arquetipo original. En 2004 se presentó la BMW R 1200 GS con el nuevo bóxer de 1.170 cc, pero es que esta “base”, con las modificaciones pertinentes, también daba vida a la BMW R 1200 R, a la BMW R 1200 RT o a la BMW R 1200 ST que nos ocupa hoy. Todas ellas eran variaciones del mismo germen creador.
Es por eso que la BMW R 1200 ST era un “motón”. Del motor bóxer ya está todo hablado: bicilíndrico refrigerado por aire, ocho válvulas, inyección firmada por Bosch, 110 caballos de potencia, y eje cardán para enviar el giro a la rueda trasera, atravesando entre medias una caja de cambios de seis relaciones. Eran especificaciones calcadas a las de sus hermanas.
En aquella época BMW seguía confiando en la suspensión de tipo Paralever como elemento tecnológico diferenciador para todas sus motos de la familia R, y la ST no era una excepción. Aún faltarían unos años para que los alemanes se bajaran de ese burro, al menos en sus modelos más dinámicos y deportivos, pero de esta historia hablaremos otro día.
Volviendo a la BMW R 1200 ST, es tan buena como os podáis imaginar. En cierta medida era la sucesora de la BMW R 1150 RS de la anterior generación. Una moto cómoda para viajar, incluso a dúo, y razonablemente dinámica y ágil en relación a la BMW R 1200 RT, que sería el siguiente peldaño en cuanto a confort en la gama.
De hecho, toda la zona de la zaga nos recuerda enormemente a su hermana turística, mucho más conocida. Las formas del colín, del subchasis, del cardán, del asiento separado en dos piezas, así como el tanque de combustible, son muy similares. A medida que avanzamos es donde comienzan las diferencias. La ST tiene el manillar más bajo, con una postura algo más al ataque. Todo el carenado frontal es más compacto y estrecho, mientras que la cúpula también es de menores dimensiones.
De todas formas, como ya habréis visto en las fotografías, por lo que todo el mundo conoce a esta moto es por su frontal, totalmente distinto a cualquier cosa que hayamos visto antes y que no cuajó entre sus posibles compradores. La estética y los gustos son muy subjetivos y cada uno tiene el suyo, pero desde luego en este caso podríamos decir que es una moto fea, sin mucho miedo a equivocarnos.
Me pongo a analizarlo con detenimiento y, sinceramente, no entiendo nada. La óptica está colocada de forma vertical, y muy arriba, mordiéndole espacio a donde tradicionalmente esperaríamos que estuviese la cúpula de la moto. Este faro tiene una forma de diamante y en su interior se colocan los dos proyectores, para el haz de cortas y el de largas. Parece un pegote, un añadido que está ahí colocado de mala manera.
Por debajo de este faro tenemos un par de entradas frontales de aire para el clásico sistema RAM air. No sé si serán funcionales o un mero recurso estético, pero en todo caso tampoco quedan muy bien integradas, en especial porque están flanqueadas por las luces intermitentes que tampoco tienen mucho sentido ahí colocadas en la arista de la moto para hacer la transición entre el frontal del carenado y el lateral.
En cualquier caso, como digo es una moto muy apta, pero que por el diseño no triunfó en el mercado. De todas formas, aplaudo la valentía de BMW por salirse del tiesto y arriesgar con cosas nuevas que no siempre tienen por qué funcionar. Después de siete años sin vender nada parecido, los alemanes lo volvieron a intentar con la BMW R 1200 RS en 2015, esta vez ya con el bóxer refrigerado por agua y una estética mucho más convencional que sí ha estado funcionando bien.
La parte positiva es que, si la estética no os desagrada, precisamente por ello se pueden encontrar unidades en el mercado de ocasión a precios muy atractivos para tratarse de toda una BMW bóxer con el motor 1200. En las páginas de clasificados hay motos incluso por menos de 5.000 euros con no demasiados kilómetros, y, de todas formas, sabemos que ese par de pistones opuestos tienen una vida prácticamente eterna.
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Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.He tenido muchísimas motos en mi vida (off road, turísticas, y un montón de super-deportivas). Compre una R1200ST en el año 2006 y la disfrute hasta el 2012 que la cambié por por una BMW más deportiva. Tengo que decir que la R1200ST es la moto que más he disfrutado en mi vida y más satisfacciones me ha dado. Tal vez los 110 cv. del bóxer de refrigeración aire y aceite eran pocos para mí, pero todo lo demás era fantástico. Era una moto ágil….muy ágil (le cambie las suspensiones por unos Öhlins y era una pasada) y relativamente ligera… Leer más »
Joan, tengo la ST actual mente y coincido contigo en todo. Cuando hago salidas con más rectas, me llevo la S 1000
El que escribe este artículo no tiene ni idea, con perdón pero no se ha informado nada
Quizá sea verdad, pero mientras no me des ningún argumento o me digas por qué… te desautorizas tu solo
PD: Feliz año!
Nose yo soy raro, pero tampoco me parece para tanto XD, aunque de la misma época la que me tiene loco es la R1200S, y también fue un “fiasco”.
Como decirlo…ES QUE NO ME JODAS ¿En que pensaban? Era un motón, y como dices, de un tipo de moto que ya no abunda entre tanta trail; una sport-turismo. Cuando yo compré mi anterior moto (1200RT) fui a ver una ST, puesto que de segunda mano valían una pasta menos a igualdad de todo y dije; coño, vamos a conocerla en persona a darle una oportunidad. La miré, la re-miré, la volví a mirar. Y ni así. (además que preveía cachondeo si me la compraba) Por cierto, en cuanto a las de segunda mano, un apunte: OJO porque todas llevan… Leer más »
yo es que no me acostumbro….mira que la miro con buenos ojos, pero no hay manera…