Desde su fundación en 1958 por Francisco Bultó, la marca de motocicletas Bultaco tuvo un relativo éxito en España, adquiriendo la fama de ser motos robustas y resistentes, sobre todo preparadas para el campo, más que para la carretera. En 1983 la marca cerró sus puertas, y en 2014, renacía como Bultaco Motors, gracias a José Germán Pérez, Raúl Pérez, Juan Manuel Vinós, Gerard Pöllmann y Jorge Bonilla, provinientes de un spin-off de la Universidad Carlos III de Madrid. Así nacía el prototipo de hoy, la Bultaco Rapitan.
La moto es eléctrica, con desarrollo propio por parte de la nueva Bultaco. Bajo su chasis de celosía, guarda un motor eléctrico de 54 CV y 125 Nm de par, junto con una batería de ión-litio y un paquete de supercondensadores, de los que no se facilitaron los datos. Los supercondensadores, puesto que son capaces de almacenar carga de manera muy rápida -grandes picos de corriente en corto espacio de tiempo-, son ideales para recuperar energía en las frenadas. De este modo se prolonga la autonomía, ya que las baterías admiten menos corriente de carga, por lo que no se puede emplear toda la energía de frenado en cargarlas.
Tiene un peso de 189 kg y Bultaco declaraba una autonomía de 110 km en autopista y 200 km en ciudad, con un tiempo de carga de entre 4 y 5 horas en un enchufe convencional. Sus prestaciones no eran malas, por el alto par de los motores eléctricos. Alcanzaba una aceleración de 0 a 100 km/h en 4 segundos y una velocidad máxima de 145 km/h, limitada para no drenar su batería en exceso.
Se estimaba su comercialización en 2015 o 2016, aunque eso nunca ocurrió, por diferentes razones. Si queréis conocer la intrahistoria de la nueva Bultaco, podéis leer este artículo de 2016 la mar de interesante. Ojalá hubieran tenido éxito, aunque aún están a tiempo de enderezar el rumbo.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.Lástima que la cosa no haya terminado de despegar aunque, claro, si se mete por el medio un hijo de los Albertos…
Por otro lado, me suena que la familia Bultó, con los derechos de imagen generados por camisetas, relojes, tazas y demás, con el logo de la marca, ingresan buenas cifras todos los años.
Buenas Txesz. Que yo sepa, Alberto y Pedro Cortina Koplowitz se salieron del accionariado y por eso tuvieron problemas, entrando el fondo Black Toro al rescate. Ojalá consigan el capital necesario, aunque mucho me temo que España no es país para innovadores. Los fondos suelen seguir reglas muy conservadoras del pasado, dejando de lado proyectos que pueden ser punteros. Si estas motos hubieran nacido en California, tal vez habrían salido adelante como Zero Motorcycles, donde sí hay fondos que invierten en innovación.