Antes de que surgieran Combat Motors y Curtiss, la historia de estas marcas empezó bajo la idea que hizo surgir a Confederate y el abogado inconformista Matt Chambers, que abandono su vida anterior para centrarse en el desarrollo y construcción de motocicletas que nada tenían que ver con lo establecido hasta el momento. Principalmente, se centró en la realización de motocicletas que combinaban la artesanía, las prestaciones y la calidad.
Aunque su primera realización fue la GreyGhost, ahora me centraré en la Hellcat, nombre obtenido del Grumman F6F Hellcat, uno de los aviones más exitosos del Teatro de operaciones del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, gracias a su gran maniobrabilidad. Esta moto caracterizada por su color negro y por su estilizado depósito de combustible de 19 litros de capacidad, fue lanzada a finales de los 90, antes de que la empresa Confederate se declarase en quiebra en el año 2000.
Su chasis estaba compuesto en su parte inferior por una simple cuna desdoblada y en su parte superior por una viga realizada mediante un solo tubo de gran diámetro, todo ello en acero. En la versión convencional al tren delantero se le dotó de una horquilla Ceriani de 43 mm de barras, mientras que la versión más deportiva estaba agraciada por una horquilla invertida White Power regulable en hidráulico. En la parte posterior ambas compartían el mismo sistema cantilever con dos amortiguadores White Power actuando directamente sobre el basculante. En lo respectivo a los frenos, la versión con menos pretensiones velocísticas se conformaba con un solo disco de 330 mm instalado en la llanta de radios de 19″ trabajando con una pinza de 4 pistones Performance Machine. La otra versión dejaba clara las intenciones de sus prestaciones, contando con dos discos de 330 mm, montados en una rueda de aleación Marchesini de 17″ y mordidos por pinzas Brembo de 4 pistones.
Como moto construida artesanalmente, su realización dependía de los gustos del cliente, teniendo este la capacidad de elegir el propulsor que más le interesaba de entre las varias alternativas provenientes de la marca S&S, entre los que se podía escoger uno con la cilindrada de 1.524 cc, 1.573 cc o 1.851 cc y cuyas potencias estaban comprendidas entre los 100 y 115 CV. Estos motores bicilíndricos en V a 45º refrigerados por aire, con distribución mediante varillas y balancines y lubricación mediante cárter seco, aprovechaban la estructura del bastidor para alojar el aceite necesario para su funcionamiento. Conectados a este mediante un embrague multidisco en baño de aceite y una correa dentada, estaban la caja de cambio de 5 relaciones que transmitían el giro del motor a la rueda trasera, de 190 o 200 mm de sección, mediante una cadena sellada.
Era una moto baja y larga, con una distancia entre ejes de 1.650 mm, que hacía que el piloto adoptase una posición inclinada hacia delante para poder aferrarse al ancho y bajo manillar, y cada vez que giraba el puño del gas para transmitir el par generado por unos motores, la dotaban de una aceleración propia de un dragster. Teniendo en cuenta de que no disponían de ningún tipo de protección aerodinámica, las relaciones de cambio estaban más pensadas en la aceleración que en la velocidad máxima, quedándose esta entre unos notables 180 km/h o 200 km/h según el propulsor escogido.
Con un peso de 225 kg, podríamos pensar que sería perfecta para ir de curva en curva combinando su capacidad de aceleración con la de frenada, pero las dimensiones de su bastidor y la geometría de su dirección decían todo lo contrario, poniendo el roce de las estriberas con el suelo el límite de su inclinación en los virajes. Su objetivo eran las rectas y curvas de amplio radio donde se gozaba de una finura y estabilidad superior a la de muchas monturas de su segmento.
Siendo una moto montada a mano por dos operarios y con una producción anual que rondaba la centena, ya os podéis imaginar que no era precisamente barata. Por el precio de una de estas motos establecido en torno a los 27.000 €, por aquel entonces te podías comprar dos Yamaha VMax cuyo precio estaba en los 12.000 €, aunque seguramente que no era tan exclusiva como la Hellcat.
Redaccion
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