A lo largo de su historia, además de cacharros de tres ruedas, Ducati también experimentó con los scooter. De los dos que lanzó, solo uno de ellos obtuvo un éxito notable. Pero no fue el suficiente como para que los de Borgo Panigale siguieran apostando por ellos. Fue el segundo en llegar y el único que conseguiría ser popular. Hablamos del Ducati Brio.
Tras el batacazo que se dieron con el Ducati Cruiser (considerado el primero con motor de cuatro tiempos automático), los italianos apostaron por una mecánica de dos tiempos. Como había que abaratar costes, era un motor ya usado en su gama de motocicletas pero además, el máximo ahorro vino gracias a la ingeniería inversa. Gio Ponti fue quien se encargó del diseño, optando por inspirarse (quizás demasiado) en las líneas de la mítica Lambretta.
La primera versión en lanzar fue el Ducati Brio 48, animada por un motor monocilíndrico de dos tiempos, 47,7 cc (38×42 mm), refrigeración por aire forzado y una potencia de 1,4 CV a 4.300 RPM. Estuvo a la venta entre 1963 y 1967, pero quien realmente se llevó el éxito fue la versión más grande y potente: el Ducati Brio 100 (1964 – 1968).
En este caso, traspasaron casi directamente el motor que ya utilizaban en la Ducati Piuma, pero con con una cubierta de aluminio fundido que le permitía mejorar la refrigeración (recordemos que no estaba al aire sino bajo los cófanos laterales). Con una cilindrada de 94 cc (51×46 c), la potencia ya se iba a los 4 CV a 5.400 vueltas. Uno de los motivos del éxito de la Brio 100 fue que fue escogido como vehículo para la policía de Bolonia, lo que hizo que fuese más popular entre la gente.
El chasis era de chapa de acero estampada, con el guardabarros delantero formando parte de la carrocería. Montaba la típica horquilla avanzada delante y un basculante oscilante con amortiguadores de goma gemelos detrás. Con llantas de 8″ tanto delante como en la parte posterior, los neumáticos eran en medida 2,45″ y 3,50″. En ellas iban montados los frenos de tambor, de 105 mm en ambos ejes.
Al igual que en el Ducati Fattorino, la caja de cambios era de tres velocidades con accionamiento en el puño izquierdo. La transmisión, por su parte, era mediante una cadena. Esto le permitía una velocidad punta de 40 km/h (limitada por ley) en el Brio 48, y de casi 80 km/h en el caso del Brio 100. El arranque era en todos casos a pedal.
La Ducati Brio fue el canto del cisne de la marca. No sabemos si algún día volverán a fabricar un scooter (este no cuenta), pero con este modelo y el Ducati Cruiser, quisieron probar en un segmento en el que no tenía experiencia. Si queréis ver más fotos de detalle, en Tominiclassics tienen una Brio 48 en perfecto estado.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS