Moto del día: Ducati Fattorino

Moto del día: Ducati Fattorino

Cuando Ducati también se quiso subir "al carro"


Tiempo de lectura: 4 min.

En plena postguerra, Europa lo estaba pasando verdaderamente mal. Daba igual si eras del bando de los vencedores o de los vencidos, todo era ruinas. Con un continente empobrecido, los medios de transporte baratos fueron el pilar fundamental a la hora de reconstruir los países. Y los motocarros las primeras bestias de carga. Todos conocemos el mítico Piaggio Ape, pero quizás no tanto el que hoy os traemos y que toma por nombre el de Ducati Fattorino.

Aunque nos gusta pensar que Ducati significa color rojo y prestaciones deportivas, hace más de medio siglo también fabricó motocarros como il fattorino, cuyo significado es literalmente “repartidor”. Se dio a conocer a mediados de los años 60, y fue concebido para que resultase económico, muy económico. Tanto que a la hora de la verdad se dieron cuenta de que era demasiado espartano, poco potente y que la solución tomada para la transmisión al eje trasero no fue la más acertada.

La marca italiana empezó usando el mismo motor que en el Ducati Brio (su scooter más famoso). Se trataba de un monocilíndrico de dos tiempos, 47,6 cc (38×49 mm), refrigeración por aire y una potencia máxima de 1,27 CV a 4.300 vueltas. Contaba con una caja de cambios de tres velocidades, con accionamiento en el puño izquierdo (como la Vespa). Con esa potencia que va justa para un ciclomotor, pero con el peso añadido al ser un vehículo pensado para el transporte de mercancías, os podéis hacer una idea de que sus prestaciones no eran las mejores del momento.

Ducati Fattorino 03

Foto: https://www.ducatibrochures.com/

La velocidad de crucero se estimaba en unos 25 km/h, con una punta que no llegaba ni a los 40 km/h. Eso sí, gastaba poco, del orden de algo menos de 3 l/100. De esta manera y teniendo en cuenta que su depósito de combustible permitía albergar unos cinco litros de gasolina mezclada con aceite, la autonomía era justita para hacer unos 150 km. No lo hemos comentado, pero el arranque era mediante un pedal situado en el lado derecho del motor.

Este propulsor se ubicaba bajo el asiento individual, y que basculaba para facilitar el llenado de combustible. De ahí salía una cadena hasta un grupo reductor, y desde este a una corona situada en el eje trasero. Pero como este no presenta diferencial, la potencia solo es transmitida a la rueda derecha mientras que la otra gira loca (permitiendo así tomar curvas sin que arrastre). Se buscaba economía a la hora de producirla, pero mucho nos tememos que en un camino embarrado su tracción no debía ser la más adecuada. Y si hablamos de barro y transmisión por cadena (más en los años 50 y 60), debía ser duro tener que engrasarla cada poco. Al menos, llevaba un sistema de autotensado automático.

A nivel de suspensiones, se combinaba una horquilla telescópica delantera y una suspensión trasera por ballestas. Para los frenos, tres tambores de doble zapata (118 mm delante y 230 mm detrás). Mientras que el freno delantero se accionaba con la mano derecha, el trasero recurría a un freno de pedal en el pie y que, gracias a un sistema dentado, hacía las veces también de freno de estacionamiento. Todos ellos iban montados en llantas de 12″ con neumáticos de 3″.

Ducati Fattorino 02

Foto: https://www.ducatibrochures.com/

Es curioso ver el sistema del limpiaparabrisas, que se accionaba manualmente en un sentido volviendo luego a su posición gracias a un muelle de retorno. Las tapas laterales de la caja se podían abrir por completo, permitiendo albergar objetos de mayores dimensiones que la cama trasera. Hubo un total de tres versiones del Ducati Fattorino: RL con carrocería alargada, R que era la normal y RG, que era una versión cerrada para transporte de mercancía más delicada y que no podía ir a la intemperie. Había además versiones con cabina cerrada o abierta.

No se sabe con certeza cuántos Ducati Fattorino se fabricaron, pero su éxito fue más bien escaso.  A pesar de abaratar los costes, no conseguieron que el modelo gozase de popularidad, algo que ya les había ocurrido con el Ducati Muleto. Este tampoco gozó del éxito esperado así que nos tenemos que conformar con su bonita historia, y las pocas unidades que todavía quedan en uso. En este enlace, podéis ver una unidad a la venta y muchas fotografías de detalle.

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Ender

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