Introducida en el mercado en junio de 2011, la EBR 1190 RS llegó en una época en la que su fundador, Erik Buell, todavía se estaba recuperando de los problemas financieros que llevaron a la quiebra a su primera compañía. La 1190 RS era una máquina de armas tomar, con una gran puesta a punto, baja en calorías y un potente motor V2 entre las piernas del piloto.
El motor de 1.190 cm3 se creó en East Troy partiendo de una unidad Rotax de 1.125 cm3 a 72 grados y ocho válvulas. Los dos pistones de 106 mm de diámetro están hechos de aluminio mecanizado, y funcionando al unísono consiguen una relación de compresión muy elevada, de 13,6:1. Las varillas son de acero forjado, reduciendo la masa del cigüeñal, y el bloque respira gracias a las amplias tomas de aire que hay frente a él.
Arrancar la moto implica un sonido más que perceptible, cortesía de un silenciador casi de carreras. El resultado son 175 CV de potencia a 9.750 RPM y 131 Nm de par a 9.400 RPM. Con un peso en seco de 176 kg motivado por el empleo de fibra de carbono y aleación de magnesio en su constitución, la EBR 1190 RS no quedaba falta de prestaciones. Podía bajar de los tres segundos en sprint de 0 a 100 km/h y sobrepasar los 275 km/h de velocidad punta.
La maniobrabilidad de la EBR 1190 RS resulta encomiable, con una precisión para cambiar de dirección que tan solo hace falta un sutil movimiento de manillar
En contra de anteriores carenados firmados por Buell, el de la 1190 RS ofrecía una sustancial mejora aerodinámica. La ecuación era simple: potencia y fuerza, con el peso y la aerodinámica de moto de competición. Las suspensiones, tanto delante como en la zaga, quedan firmadas por el especialista Öhlins y son totalmente ajustables, con una horquilla de 43 mm de grosor.
Gracias a los conductos -de fibra de carbono- del sistema de ventilación, la sensación de frenado era calificada como excelente, ligera, potente y dosificable, con la posibilidad de ejercer una precisión milimétrica aun cuando la moto estuviese inclinada. Los frenos son fieles al estilo Buell, con discos de 375 mm y pinzas de ocho pistones al frente, y uno de 240 mm con pinza de dos pistones en la zaga.
Puedes pensar en la EBR 1190 RS como una tecnología mágica, o tal vez simplemente como una motocicleta de producción limitada diseñada para las carreras y homologada para la vía pública. Pero la 1190RS es más que una máquina construida por las necesidades de homologación. No es la base para una Superbike, es una Superbike. Y como tal, su precio no es apto para todo tipo de públicos, con una tarifa de partida de 41.995 dólares, algo más de 37.500 euros.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS