En tiempos de guerra acceder a un vehículo privado nuevo es difícil si hay restricciones. Es lo que le pasó a Harley-Davidson en la Segunda Guerra Mundial con la WL, que se vio muy afectada por la entrada en guerra de Estados Unidos tras el desastre de Pearl Harbor. De la WL nació la WLA, su versión militarizada.
En realidad, el ejército ya la conocía de antes. En tiempo de paz siempre se evalúan vehículos y armamento a futuro. Harley-Davidson, Indian y Delco hicieron pruebas ya en 1939 en Fort Knox (Luisiana). Aparte de la XA, que era una copia de la alemana BMW R71, la WLA fue la oferta de Harley-Davidson para colaborar con los militares. Por contrato, su precio era de 379,84 dólares, es decir, casi 6.000 dólares actuales; al cambio son unos 5.300 euros.
La Harley-Davidson WLA toma sus siglas por algo. La “W” viene de la familia de motos, con motor de 45 pulgadas cúbicas (743 cm3). La “L” viene de alta compresión, aunque hablamos de unos raquíticos 5:1. La “A” es por uso militar. Hubo una variante llamada WLC que se suministró a canadienses, algunos mandos cambiados de sitios y con la caja de herramientas colocada sobre el guardabarros de la rueda delantera, poco más.
Del motor V-Twin se puede decir que no era un prodigio del rendimiento, pero era fiable, con distribución por válvulas laterales. Se le instalaron culatas de aleación de aluminio para prevenir el sobrecalentamiento, pero daban problemas a partir de los 45 ºC. En ese sentido la XA era mejor, pero no llegó a producirse en masa. Se retocó el cárter para evitar la entrada de agua en los vadeos.
La WLA contaba con guardabarros recortados por los lados para evitar la acumulación excesiva de tierra, bajos protegidos con placa de acero, anclajes para armas, municiones y demás equipo militar, relaciones de cambio cortas revisadas, juego de luces de baja visibilidad nocturna, y un filtro de aire específico a base de aceite, de fácil mantenimiento. Las pruebas del ejército eran muy salvajes, se puede comprobar en fotos recopiladas por Harley Clásica.
Era un auténtico hierro, 330 kg para el aguerrido soldado que la llevase. Con una potencia de 23 CV a 4.600 RPM el motor de cuatro tiempos permitía alcanzar 95 km/h en terreno despejado. Podía recorrer unos 350 kilómetros llena de gasolina, 12,8 litros. Eso son unos 3,65 l/100 km, nada mal para una moto tan pesada que funcionaba con gasolina de pésima calidad: aguantaba 74 octanos. En tiempo de guerra cualquier cosa refinada puede valer.
Estas motos no se utilizaron apenas contra el enemigo cara a cara, prestaron un servicio más útil en la retaguardia para la policía militar, misiones de escolta y reconocimiento, despacho de mensajes, para mover radios (que no eran ligeras), etc. Estaban pensadas para el piloto, no hubo apenas versiones con sidecar en especificación “US”. Los alemanes no estaban de acuerdo con ese planteamiento. Eran muy duras de amortiguación detrás (porque no había), por eso también se apodaron “Hard Tail”.
El nombre de “Liberator” viene de su papel en motorizar a los ejércitos que invadieron Europa desde Italia (1943) y las playas de Normandía (1944)
Tras el ataque de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, Estados Unidos declaró la guerra a Japón, Alemania e Italia. Los distintos cuerpos de ejército empezaron a hacer pedidos en masa. A falta de número de bastidor estandarizado, todos los números de serie corresponden a 1942, da igual cuándo se produjeron. Estos pedidos le dieron vida a la fábrica dada la caída del mercado civil.
La caída del III Reich en mayo de 1945 y de Japón en agosto del mismo año precipitó la brusca cancelación de pedidos del ejército. Harley-Davidson pensaba fabricar 11.331 unidades adicionales, y al anularse el lote 500 trabajadores se fueron a la calle y los existentes redujeron su jornada de trabajo aquel verano. El ritmo se iría recuperando con el tiempo al resurgir el mercado de particulares acabadas las restricciones.
La producción fue de unas 90.000 unidades incluyendo las WLC. En teoría su vida iba a terminar con el fin de la SGM, pero durante la Guerra de Corea (1950-1953) hicieron falta sus servicios otra vez. Las WLA las usaron tanto los estadounidenses como sus aliados mediante préstamo y arriendo, incluyendo los soviéticos, que recibieron unas 30.000 unidades en versión sidecar (WSR). Bueno, en realidad llegaron menos, muchas descansan en la panza de barcos hundidos.
Finalizada la guerra en Europa muchas fueron vendidas a otros ejércitos como excedentes bélicos o acabaron en manos de civiles. Como en poco tiempo fueron muchas motos y a precios muy atractivos, su relativo poco valor las hizo interesantes para modificarlas y muchas fueron “chopeadas”. Paradójicamente, en la Unión Soviética se conservaron más unidades en su estado original y aún Rusia es una buena fuente de piecerío original.
Resulta complicado establecer la fecha de fabricación de algunos componentes, incluyendo los propios chasis, a diferencia de los motores, que son fáciles de fechar
Hasta 1956 se estuvieron vendiendo las WLA excedentes, incluso con la pintura original de guerra. Los soldados que tenían cariño de la moto que condujeron en su servicio pudieron hacerse con la suya y aumentar el mito de Harley-Davidson. Este modelo le valió a Harley-Davidson la distinción “Army-Navi E”, siendo la “E” de excelencia por su contribución al esfuerzo bélico del Tío Sam.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS