Los años 80 fueron especiales, y no solo porque hayamos nacido algunos de los presentes, sino porque realmente lo fueron. En el mundo de los coches, la época turbo lo dominó todo, tanto en pista cerrada como en rallies. La gente podía andar por la calle sin necesidad de llevar el “loro” al hombre, lo llevaban en el bolsillo gracias a la popularización del walkman o bien, podían grabar sus vacaciones gracias al lanzamiento de las primeras cámaras de vídeo portátiles. En los 80 también apareció el primer ordenador personal, como el que usamos todos en casa, y no podemos olvidar del teléfono móvil. Sí, en los 80 se presentó el primer teléfono móvil, caso un auténtico ladrillo, pero no tenía cables y te lo podías llevar de casa.
Sobre dos ruedas también hubo cosas más que interesantes, como la introducción del turbo en varios modelos, la llegada de las japoneses con motores “dos tiempos” inspiradas en competición y los últimos estertores de las marcas españolas. Las deportivas con motores de 125 centímetros cúbicos comenzaron a demostrar que podían ser muy rápidas, mientras que, por otro lado, hubo fabricantes que apostaron por scooter, y además, scooter de diseño “espacial”, como hizo Honda.
En la década de los 80, los scooter no habían llegado, ni por asomo, al nivel que tienen actualmente y eran vehículos sencillos, poco potentes –siempre usaban motores pequeños– y además, pequeños. Honda vino a cambiar eso con el CN 250 Spazio, al tiempo que también buscó ofrecer un diseño rompedor y una tecnología más avanzada con el Honda CH 125 Spacy –se vendió en otros mercados como CH 125 Elite–. Ambos modelos fueron muy rompedores en cuanto a diseño y soluciones, pero el Spacy lo fue especialmente, pues fue el primer scooter con motor de 125 centímetros cúbicos que funcionaba en ciclo “cuatro tiempos”.
Muchos recordarán al Honda Spacy 125 porque Linda Hamilton apareció a los mandos de uno de ellos en la película Terminator y destacó especialmente por su futurista diseño y por ser la única motocicleta con faro retráctil, como los grandes deportivos de los años 80 y 90. Pero además, contaba con pantalla LCD, motor con refrigeración líquida, un sistema para calentar los pies –desviaba el calor del radiador hacia la plataforma–, suspensión con sistema antihundimiento…
El motor, un monocilíndrico de 124 centímetros cúbicos, rendía 9,7 CV a 7.500 revoluciones y tenía que mover un conjunto que pesaba, en seco, 97 kilos. La velocidad máxima era de 103 km/h, siempre que fuera una persona sola –según pruebas de la época–.
Nunca estuvo disponible en España…
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.En esa época con la importación abierta, llegaban directamente de Japón, unas motos hermosas y una calidad insuperable, sea Honda, Suzuki, Yamaha…lo que es hoy son todas marcas chinas y digamos que la Honda en cilindradas bajas son armadas en Argentina, pero también es de origen chino, de ahí en más, de cilindradas más grandes, cuestan fortunas en dólares, solo algunos afortunados pueden adquirirlas…
Acá en Argentina entraron el los años ’90, llegó como Honda Elite y era de 80cc de 4 tiempos. Muy buena moto.