La Honda CB 1300 F Super Bol D´or es una de esas motos únicas con un aura especial que tan bien se le da hacer al fabricante del ala dorada de vez en cuando, cuando quiere. Estamos ante una de esas ocasiones en las que la firma japonesa pone todo su cuidado, mimo y dedicación por parir un producto especial, distintivo, mítico, fuera de serie.
La tradición pesa y los genes están ahí. La Honda CB 1300 F es el máximo exponente de la familia CB, esas siglas mundialmente conocidas que llevan entre nosotros desde 1969 cuanto de presentó la Honda CB Four, una moto que cambió las reglas de juego de la industria motociclística mundial y el resto es historia.
La Honda CB 1300 F Super Bol D´or se presentó en 2005 como una alternativa semicarenada y más touring a la Honda CB 1300 F Super Four, la naked al uso que llevaba vendiéndose desde 1998. Y si lo pensamos bien tenía todo el sentido del mundo, ya que quien se compra una moto de más de 250 kilos y 1.300 cc de cilindrada… seguramente tenga en mente hacer más carretera que otra cosa, y para carretera un carenado y cúpula siempre son bienvenidos.
Si la Honda CB 1300 Super Four ya era una moto muy bella, bebiendo de la tradición de motos nakeds que Honda había acumulado durante décadas, la Super Bol D’or era en mi opinión incluso más agradable a los sentidos con el nuevo carenado frontal.
Estamos ante una creación atemporal. Repasando sus trazos y sus líneas ves historia, ves tradición, ves legado, pero también ves vanguardismo y modernidad. Es una moto nueva y a la vez antigua estéticamente hablando. La combinación de tonos blancos con ese rojo oscuro, rojo granate, es sencillamente deliciosa.
La cosa mejoró aún más en 2007, cuando en un reystiling Honda equipó el modelo con unas preciosas llantas doradas que hacían un guiño a otros modelos de la marca como la Honda CB 1100 F de la que os hablábamos hace unos días, o también la Honda Dominator 650, entre muchas otras.
Mecánicamente montaba inalterado el motor que ya equipaba su hermana naked desde hace algunos años. Estamos hablando de un masivo cuatro en línea refrigerado por agua de 1.284 cm3 . La potencia no era excepcionalmente alta. Erogaba 114 CV, pero eso sí, a 7.500 vueltas.
Esta moto no iba de prestaciones puras ni de dinamismo. Aquí las sensaciones eran otras. El motor era un prodigio de suavidad, elegancia y refinamiento, pero a la vez con una respuesta muy contundente a medio régimen, que es donde se iba a pasar girando la gran mayoría de su vida.
El par motor de 114 Nm a 6.000 vueltas en un cuatro en línea ya nos da una pista de cómo debía de ser el comportamiento de esta mecánica, algo así como un martillo de terciopelo. Todavía tenía algunas reminiscencias del pasado, como una caja de cambios de 5 velocidades, algo impropio de un buque insignia, más aún cuando en esa época, una coetánea suya como la Honda CBF 250, (la primera Moto del día que escribí para esta página) y que valía casi cuatro veces menos, ya tenía las seis relaciones de cambio de rigor.
Hablando de reminiscencias, los amortiguadores gemelos en el tren trasero eran un poco más de lo mismo. Tradición y estética más que funcionalidad, pero repito, esta no era una moto de cifras o de ir a cuchillo en curvas sino una moto de elegancia pura sobre ruedas, una moto de señor.
Lista para rodar pesaba sus buenos 263 Kg. En parte contribuía un generoso tanque de combustible de 21 litros, pero el tener un bastidor tubular de acero así como un bloque motor masivo no ayudaban a la hora de pasar por la báscula.
Dinámicamente era una moto tranquila, turística, en la que el conductor se sentía cuidado y arropado. Una moto amiga que te trataba bien. Dado su peso y su tamaño no era especialmente ágil en los espacios cortos, aunque a cambio tenía una estabilidad envidiable a alta velocidad.
Hoy en día apenas se pueden encontrar algunas unidades sueltas en las páginas de clasificados. Los precios oscilan entre los 3.600 euros de las unidades más rodadas y utilizadas hasta los 8.000 que te pueden pedir por una en perfecto estado de conservación y con bajos kilometrajes.
Esta es una de esas motos en las que el fabricante japonés iba aplicando pequeñas modificaciones y mejoras con el paso de los años. Lógicamente cuando más moderna más madura y pulida era. El modelo se dejó de importar a Europa hace unos años, aunque ha seguido en catálogo en otros países más afortunados. De hecho hace poco se presentó la versión 2021, pero esa ya es otra historia.
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Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS