Como casi siempre, cuando la marca japonesa por excelencia presenta un nuevo modelo suele ser algo especial y recordado por todo aquel que se considere amante de las dos ruedas. En el caso de nuestra protagonista de hoy, la Honda VTX 1800, no iba a ser menos. Básicamente con ella los nipones rompieron los moldes conocidos hasta ese momento, creando una gigantesca cruiser con una personalidad y espíritu RACER único.
En el año 2000, y junto a la recién llegada Honda Gold Wing de 1800 cc, hace acto de presencia y presentación la nueva cruiser de la marca. Inicialmente destinada al mercado norteamericano, justo un año más tarde se empieza a distribuir en Europa y afortunadamente en nuestro país.
Después de que Kawasaki desembarcara en el mercado con la Kawasaki VN/Vulcan 1500 y Yamaha presentara su espectacular y potente XV 1700 Road Star Warrior de nada menos que 1.700 cc, Honda daba el golpe definitivo con la VTX 1800. Con un bloque bicilindrico con disposición en V a 52º y refrigeración líquida, la nueva cruiser del ala dorada era capaz de desarrollar nada menos que 98 CV de potencia a un régimen de giro máximo de 5.000 RPM, transmitiendola al suelo por un sistema de transmisión secundaria de tipo cardán.
Pero dejando a un lado la potencia en sí del propulsor de nuestra protagonista, si hay algo que impactaba más aún, era su fuerza y entrega en todo el régimen de revoluciones, disponiendo de más de 120 Nm de par a partir de 1.000 RPM y llegando hasta los 159 Nm a tan solo 3.000 RPM. Con estas cifras de empuje, y como ya podemos imaginar, las aceleraciones con marca en el asfalto de su cubierta trasera eran el plato estrella de la casa.
La Honda VTX 1800 se convertía en la motocicleta con mas cilindrada que se fabricaba en serie en el año 2000, cuando se presentaba en California junto a su hermana, la Gold Wing del mismo cubicaje
Con una velocidad punta real de 200 km/h, la VTX 1800 era capaz de acelerar hasta los 100 km/h desde parado en tan solo 4,4 segundos y recorrer los primeros 1.000 metros en unos respetables 25.3 segundos, todo ello a pesar de un mastodóntico peso y tamaño en general, con una tara de 350 kilogramos cuando contábamos con todos los líquidos y combustible dentro de ella.
Evidentemente, y para llegar a esta cifra de peso, el tamaño en ella era uno de sus puntos clave, contando con una longitud total de 2.455 mm y quedando la distancia entre ejes en 1.715 mm. La altura al asiento se consideró un factor clave para que cualquier piloto se viera cómodo encima de ella y no sufriera en exceso en maniobras en parado, dejando esta cota en apenas 693 mm, aunque para nada era recomendable el intentar mover la masa de la VTX a base de piernas.
En cuanto a la parte ciclo se refiere, Honda no escatimó en nada para conferirle el mejor manejo posible a una moto de este calado. Empezando por su bastidor de doble cuna fabricado en acero, en el que se empleó todo el material necesario para minimizar al máximo las inercias provenientes del motor, sobre todo a bajas revoluciones, ya que una vez superada la arrancada inicial su funcionamiento regalaba suavidad y potencia a partes iguales, algo por otro lado típico de la marca japonesa.
La frenada fue otro punto donde se trabajó a fondo, teniendo en cuenta los 350 kilogramos que había que detener cada vez que tirábamos de la maneta o el pedal para ello. Se optó por un equipo firmado por Nissin con doble disco delantero de 296 mm en su parte delantera mordido por pinzas de tres pistones paralelos y sistema combinado de frenada.
Para la parte trasera un disco de 316 mm con pinza de dos pistones paralelos y nuevamente usando el mencionado sistema, que básicamente consistía en que al pisar el freno trasero se transmitía parte de la frenada al equipo delantero, algo que no era del gusto de todo el mundo en cualquier caso.
Con un motor de casi 100 CV de potencia, la VTX hacía gala de una entrega contundente a la par de esa suavidad tan característica de la marca nipona
Igual de importante que la ya mencionada frenada, lo era el equipo que conformaba la suspensión. Nuevamente Honda tuvo que recurrir a elementos de primera calidad para que la conducción fuera lo más precisa posible por el ya mencionado peso de la bestia japonesa. Para ello se encomendó a una horquilla invertida en su tren delantero de nada menos que 45 mm de grosor en sus barras. En el tren trasero, sin embargo, optó por un rudimentario doble amortiguador donde la precarga del muelle era el único reglaje que se podía modificar.
Sin lugar a dudas esta espectacular cruiser se hizo con todos los ingredientes necesarios para lograr el triunfo en casi todos los mercados donde se vendió, gracias a los ya mencionados componentes de primera calidad, una estética musculosa y muy bien resuelta, con elementos como su escape dos en uno lateral, la gran profusión de cromados de gran calidad o detalles como su marcador anclado al manillar y una buena ristra de chivatos justo encima del depósito.
Evidentemente, lo bueno se paga, y en eso la Honda VTX 1800 no iba a ser menos con los más de 3 “kilos” de las antiguas pesetas que costaba en nuestro mercado. Durante los ocho años en los que estuvo disponible, además se fueron creando nuevas versiones en las que a base de cambios en determinados elementos como las ruedas, manillares, etc. La VTX fue transformándose en versiones tourer, versión clásica al más puro estilo chopper, etc.
En 2008 se dio por finalizada su vida comercial y en la actualidad disponemos en el mercado de segunda mano de algunas unidades bastante interesantes, que de seguro harán las delicias de sus clientes sea en cualquiera de las versiones citadas.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS