Hoy nuestra moto del día es la Kawasaki Z 750, una naked de cilindrada media que desde sus inicios fue todo un éxito de ventas, ya que esta zeta conseguía aunar un motor potente, un tacto deportivo y un precio ajustado. Su periplo comercial comenzó en el año 2004 y aguantó en los concesionarios hasta 2012, cuando fue sustituida por la Kawasaki Z800. En 2007 el modelo recibió significativos cambios tanto en el propulsor, como en la parte ciclo y también a nivel estético, lo veremos con detalle.
La Kawasaki Z 750 competía en precio con otras naked tetracilíndricas de 600 cm³ como la Honda CB 600 F Hornet, la Suzuki GSR 600 o la Yamaha FZ6; pero lo que la hacía especial y diferente era su motor. Las otras marcas japonesas habían optado por coger los propulsores que ya empleaban en sus respectivos modelos deportivos, luego los descafeinaban un poco mediante la electrónica y otros cambios menores, y por último ponían ese nuevo motor más civilizado en sus naked.
Kawasaki sin embargo tomó otro camino. Cogió el motor de la Z1000 que se había presentado un año antes y le colocó unos pistones de menor diámetro, reduciendo la cilindrada a 750 cm³. En la práctica, mientras que las otras motos tienen motores más puntiagudos y hay que revolucionarlas mucho para obtener la potencia, la Kawasaki Z 750 está mucho más llena en todo el rango de revoluciones. Esto es debido en parte por esos 150 cm³ extra pero también porque es un motor de carrera larga. Con la Z 750 Kawasaki anticipó lo que vendría años después con las street figthers, esas naked con apariencia de estar enfadadas y que cuentan con un gran par motor.
En cuanto a la parte ciclo, las especificaciones son bastante discretas sobre todo si tenemos en cuenta que la moto pesa 195 kg en vacío y que con sus 104 CV no anda poco precisamente. Kawasaki decidió recortar costes en este apartado para vender la moto a un precio final lo más atractivo posible. El chasis es de acero de doble viga, al igual que el basculante. La horquilla delantera es convencional de 41 mm de diámetro, quizá lo que más desmerece el conjunto. Por último, los frenos también son muy sencillos, con sendas pinzas de anclaje axial de dos pistones.
La Z 750 también tuvo una versión semi carenada: la Z 750 S. La versión S introducía algunos cambios aparte del carenado, como el asiento de una sola pieza, la instrumentación analógica y unas geometrías menos radicales. Todas estas modificaciones buscaban adaptar la moto pensando en un uso más polivalente y práctico dejando un poco de lado la faceta deportiva.
En 2007 llegó el restying del modelo. Los cambios son importantes y se podría decir que incluso fue una nueva generación. El motor se modificó para mejorar la entrega de potencia a medio régimen y también para conseguir un tacto más suave y con menos vibraciones. La parte ciclo se mejoró con una horquilla invertida, corrigiendo la principal deficiencia de la moto. A parte de eso también se introdujeron cambios estéticos tanto en el propulsor como en la instrumentación como en la careta de la moto.
Por último, en 2011 Kawasaki también sacó una versión más extrema del modelo: la Kawasaki Z 750 R. Esta variante está basada en el restyling de 2007m pero introducía una serie de cambios para mejorar las prestaciones dinámicas. La horquilla delantera pasaba a ser multiajustable y estaba firmada por Showa. La amortiguación trasera también era diferente y de mejor calidad. Los frenos se mejoraron con latiguillos metálicos y pinzas con anclaje radial de cuatro pistones para el eje delantero. Como broche de oro, también había cambios estéticos y en la instrumentación para diferenciar el modelo premium del convencional.
La Kawasaki Z 750 ha conservado un muy buen valor de reventa pese a que ya es un modelo veterano, con 14 años a sus espaldas. Las motos que se conservan en buen estado tienen precios elevados. Si buscas unidades de la primera serie prepara 2.000 euros para desembolsar. Si por el contrario quieres la versión restilizada tendrás que gastar mínimo 3.000 euros. Finalmente, si lo que a tí te gusta es la Z 750 R, entonces deberás dejarte 4.500 euros para conseguir una.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS