Kwang Yang Motor Company, KYMCO para abreviar, es una marca que se especializa, básicamente, en la fabricación de scooters. De hecho, la principal firma de motocicletas taiwanesa entró en nuestro país en 1994 y, desde entonces, ha ido creciendo exponencialmente en el ránking de motos más vendidas, llegando al top 3 en 2013. A día de hoy, uno de cada cinco scooters que se venden aquí son KYMCO. Quién no sale a la calle y ve un modelo con la “K” en el frontal.
A pesar de que los modelos que componen su oferta carecen de cualquier aspecto que pueda ser catalogado como emocional, sí que han llegado a poner en venta algún que otro modelo más aspiracional. La moto del día de hoy es una de ellas. El objetivo de la K-Pipe 125i en su momento de lanzamiento (2012), era lanzar una naked urbana de 125 centímetros cúbicos que fuese fácil de conducir, fácil de mantener, sencilla, original y económica. Esas eran sus bazas para conquistar a un público juvenil con carné A1 o de coche que buscaban una moto para moverse en la urbe.
El corazón de esta máquina es un monocilíndrico de cuatro tiempos, cuatro válvulas y 123,6 cc refrigerado por aire. Era capaz de ofrecer 8 CV y 8,5 Nm a 7.500 RPM y 5.500 RPM, respectivamente, suficiente para mover con soltura los 102 kilos de masa. Lo mejor de este propulsor sin duda era su consumo y su robustez mecánica; tan solo 2,48 litros a los 100 kilómetros. Unido al bloque, se encuentra una caja de cambios semiautomática cuyo manejo se hace más parecida al de un scooter que al de una moto con marchas. La primera se introduce “a capón” y ya te puedes olvidar del cambio.
La parte de ciclo está compuesta por llantas de aleación de 17 pulgadas en ambos ejes, un disco de freno de 276 milímetros y dos pistones sobre la rueda delantera, y un tambor de 140 mm en la trasera. En el eje anterior se confía en una horquilla telescópica de 110 mm de recorrido mientras que, en el posterior, nos encontramos con basculante de doble brazo con un monoamortiguador de 28 mm. La instrumentación cuenta con un reloj digital escondido detrás del faro con los dos proyectores situados en vertical dándole una imagen relativamente moderna. Todo muy sencillo, pero funcional.
En lo referente a su dinámica, una característica a destacar es su corta distancia entre ejes: 1.290 mm. Ello unido a un asiento cercano al suelo (800 mm), hacen de la K-Pipe 125i en un ámbito urbano -donde prima la maniobrabilidad y un manejo sencillo- una moto excelente para principiantes. Disponible en rojo, amarillo, verde y marrón, no se comercializó en nuestras tierras. KYMCO Moto España S.A. consideró que no sería una moto que se vendiese lo suficientemente bien como para justificar su puesta en venta. Una pena.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS