La Kymco Zing II 125 es otra de esas motos custom asiáticas de 125 que inundaron los concesionarios del viejo continente a comienzos de siglo. La receta siempre era más o menos la misma entre los diferentes fabricantes: ofrecer una moto asequible en precio pero que estéticamente diera el pego, yendo directos a por todo ese mercado de nuevos moteros que se acababa de desbloquear con la convalidación del carné A1 con tres años de carné B.
Nuestra protagonista llegó al mercado en 2004 y era la evolución lógica de la Kymco Zing 125 de 1998, algo así como una segunda generación renovada tanto a nivel estético como mecánico para ofrecer un producto más apetecible y acorde a los tiempos.
Cuando se presentó en el mercado tuvo el honor de ser la custom monocilíndrica de 125 más potente, que no es moco de pavo. Os doy la razón: la potencia es algo secundario en una moto custom, pero por encima de eso podría decirse que la potencia es algo crítico en una 125.
Su monocilíndrico de 4 válvulas estaba refrigerado por aire y aceite, y erogaba la nada desdeñable cifra de 12,5 CV a 9.750 vueltas. Era la misma mecánica que podíamos encontrar en la Kymco Quannon 125. Con semejante caballaje se posicionaba por encima de algunas rivales como la Keeway Superlight 125 o la Daelim Daystar 125, aunque andaba por detrás de las motos más serias del segmento, la Hyosung GV 125 Aquila y sobre todo la todopoderosa Honda Shadow 125, que estaba un par de ligas por encima en acabados, calidad de construcción y sobre todo en precio.
Respecto a sus rivales, destacaba por tener una imagen un poco más hot rod, más curvilínea y bulbosa como se puede apreciar en el colín, en el tanque de combustible o en el airbox. Solo la faltaban las llamas de fuego pintadas en el depósito para completar el pack estético.
A nivel dinámico era muy sencillita, como era habitual en la categoría, buscando siempre mantener un precio de tarifa lo más ajustado posible. Pero dada la filosofía de la moto, así como las velocidades que esta podía alcanzar en la práctica, la ciclística tampoco era ningún problema ni estaba descompensada respecto a las prestaciones.
Gracias a la “pegada” de su motor, la Kymco Zing II 125 podía llanear sin mucho problema ni estrés mecánico a unos 90 km/h, una velocidad aceptable si tenemos en cuenta la cilindrada y segmento de la moto, pero desde luego estaba lejos de las “balillas” deportivas de octavo de litro que empezaban a verse por aquel entonces.
Pero es evidente que la orientación de esta moto así como de sus principales rivales, era la urbe. Ese recorrido de rutina diario, principalmente al trabajo y por personas que ya peinaban alguna cana, era el estereotipo del cliente de este tipo de moto
Tras una visita rápida a Milanuncios me he llevado una sorpresa porque este modelo cotiza más caro de lo que me creía en un primer momento. Hace unos días os hablaba de que se podían encontrar Keeways Superlight 125 por unos 700 euros, pero en el caso de nuestra protagonista hay que rascarse un poco más el bolso, por lo menos 1.000 euros, y a partir de ahí ya salen cosillas interesantes.
Si quieres una 125 para empezar a soltarte en el mundo de las dos ruedas, para cubrir esos desplazamientos del día a día y para evitar el tedio que supone aparcar en la ciudad, la Kymco Zing II 125 puede ser una buena opción. El peso penalizará un poco a los nuevos moteros, pero a cambio, que el asiento esté tan abajo ayuda a poner las cosas fáciles, especialmente a los más bajitos.
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Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS