La Maserati Regolarità Scrambler es una moto única, muy difícil de encontrar. De hecho, ni siquiera aparece en la lista de sus motos construidas en los años en los que la compañía estuvo abierta, entre 1947 y 1960. Tan solo tienen reconocidos 15 modelos entre esos años, entre los que esta Regolarità Scambler no está. A través de Artcurial, una casa de subastas, conocemos un ejemplar restaurado de esta moto de 1956, vendido en junio del año pasado.
Un francés se encargó de restaurar esta moto de 125 cc de dos tiempos un par de años antes de la subasta. También se añade que esta configuración era “extremadamente rara” y que probablemente habría sido fabricada en la época de la que es esta moto, ya que su certificación así lo dice. Se le dio el nombre de Regolarità -“regularidad” en italiano- y fue muy popular en los años 50, pero hoy es uno de esos regalos de la vida si das con una.
Físicamente, la Maserati Regolarità Scrambler se parece a la Tipo L/125/T2 Turismo Lusso, que sí está registrada. Lo único que cambian son los guardabarros -estaban más separados de una rueda parecida a la de trial en la Regolarità- y el tubo de escape, que, en vez de ir a la altura del centro de la rueda trasera, iba por encima, casi en paralelo con el asiento. También tenía el manillar reforzado, con lo que se podría suponer que no era una moto precisamente para calle, sino que se creó para algún otro uso con asfalto más demandante, para offroad.
La mayoría piensa en cuatro ruedas cuando se menciona a Maserati, y sí, tuvo una división de motocicletas, pero derivó de un fallo administrativo en las escrituras. Fue fundada en Bolonia en 1914 y Carlo Maserati empezó fabricando motores para bicicletas, el primer paso hacia lo que después fueron ciclomotores. Su hermano Alfieri fundó a su vez una fábrica de bujías y, más tarde, todas las fábricas fueron compradas por Adolfo Orsi en 1937.
Maserati se había trasladado a Módena en 1939, dos años después de la compra de Orsi, y a principios de los 50 repartió la empresa entre miembros de su familia, dividiéndola en tres: Maserati Automobili, lo que más se conoce actualmente; la Fondarie di Modena, la fundición; y la Fabbrica Candele e Accumulatori Maserati, la fábrica de motocicletas. La confusión del notario hizo que la famosa insignia del tridente fuera para el tercio de las motocicletas, al igual que el nombre, aunque eran completamente independientes las unas de las otras.
Sin embargo, no era oro todo lo que relucía y, aunque al principio se mantuvo así, el asunto se complicó cuando se empezó a ver que la Fabbrica no era rentable económicamente y tenía demasiadas pérdidas. En 1953, Maserati se hace con Italmoto y se renombra como Maserati Candele, Accumulatori e Moto.
En los años siguientes continuaron desarrollando las motos de Italmoto hasta los 250 cc bajo el nombre de Maserati con motores diseñados por la alemana DKW, teniendo más éxito en el sector de los ciclomotores y beneficiándose en parte del renombre de la empresa en su parte automovilística -que estaba también en competición- para inflar sus ventas.
Finalmente, en 1957, la familia Orsi se vio arrollada por la entrada de los automóviles de bajo coste como los Fiat, accesibles para una nueva clase media que surgía del periodo de posguerra. En 1960, la fábrica de motos de Maserati quebró, mientras que su filial de automóviles siguió su camino hasta convertirse en uno de los fabricantes de automóviles de lujo más reputados de Italia.
Laura Salas
Quise ser periodista porque campeona del mundo de motociclismo ya no podía. De pequeña jugaba con los cochecitos de los huevos de chocolate y con cualquier coche que mi padre dejara desprotegido y a la vista. Le rompí la puerta a su miniatura de un Ferrari. Nunca volvió a ser el mismo (el Ferrari). Siempre intento aprender algo nuevo todos los días. Soy curiosa por naturaleza, qué se le va a hacer.COMENTARIOS