Hace unos días se presentaba de forma oficial la Montesa Cota 301RR, la última evolución de una motocicleta que lleva construyéndose ininterrumpidamente en nuestro país desde hace más de cinco décadas. Ahora, haciendo retrospectiva, he recordado a un modelo cuya librea cromática llamaba especialmente la atención 30 años atrás, la Montesa Cota 310.
Cuando fue presentada en 1989, la nueva Cota 310 continuaba conservando los mismos plásticos Acerbis de su predecesora, manteniendo el verde turquesa que tanto destacaba en el por entonces modelo saliente. El amarillo fluorescente se podía sustituir por una llamativa combinación de blanco y rosa para el asiento y las calcomanías. El bastidor y las llantas de aleación, de 21 pulgadas delante y 18” detrás, también refrescaron su diseño.
La Montesa Cota 310 contaba con un motor de trial de 258 cm3 de dos tiempos refrigerado por aire. Con la ayuda de un carburador Dell’Orto PHBH26ZS de 26 mm, este bloque monocilíndrico era capaz de entregar 20 CV de potencia a 4.500 RPM, de acuerdo con el manual de instrucciones. Era suficiente para permitir cierto empuje desde bajas revoluciones, con un acelerador de largo recorrido para administrar bien toda su potencia en los tramos más difíciles.
La década de los 90 trajo consigo colores y combinaciones cromáticas igual o más atrevidas que los de la propia Montesa Cota 310
Este motor incluía como novedad un cilindro sin camisa y un recubrimiento de níquel-silicio que la suplía, beneficiando la refrigeración del bloque. Asimismo, incorporaba un nuevo sistema de admisión por válvula de láminas asentado sobre un bastidor de doble cuna formado por tubos de acero curvados y soldados entre sí eléctricamente, aportando una gran resistencia y a la vez ligereza; apenas marcaba 86 kilos de masa en seco sobre la báscula.
El cambio era de seis relaciones en cascada. La distribución de los engranajes fue estudiada para poder adaptarse perfectamente a la práctica del trial, y a la vez resultar cómoda para los desplazamientos del día a día. La transmisión primaria se efectuaba por medio de engranajes helicoidales, mientras que un embrague de discos múltiples de acero bañados en aceite ofrecía un gran rendimiento. Podía superar los 110 km/h de velocidad máxima en carretera.
Creada como la sucesora de la Cota 309 de 1988, el modelo 310 fue una de las primeras en ser totalmente remodeladas por los técnicos de Honda
La suspensión delantera es una horquilla telescópica firmada por Marzocchi con un grosor de 35 mm y un recorrido de 170 mm. Por otro lado, el basculante constaba de un solo amortiguador central, también Marzocchi, ajustable en extensión, compresión y precarga de muelle, y 175 mm de carrera. Los frenos están compuestos por un disco de 185 mm con pinza de doble pistón Brembo en el eje delantero y de 150 mm en el trasero (160 mm en 1991), con una pinza AJP.
La Montesa Cota 310, en conjunto tanto por su línea, proporciones, ligereza, y componentes fue el resultado de una estudiada y experimentada labor de concepción en el campo del motociclismo deportivo de montaña. Aún con Honda de por medio, continuaba siendo un producto “clásico” para las tendencias de la época, con su chasis de doble cuna de acero y motor refrigerado por aire, pero también traía novedades que la mantenían a un elevado nivel.
Su sucesora, la Cota 311 de 1992, inició una nueva etapa en la evolución de este modelo en adoptar ya un motor con refrigeración líquida y chasis de doble viga de aluminio.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS