Moto del día: Moto Rumi Formichino

Moto del día: Moto Rumi Formichino

Con una tecnología realmente sobresaliente para su segmento, esta scooter fue una opción realmente refinada


Tiempo de lectura: 4 min.

Durante la Segunda Guerra Mundial fueron bastantes las empresas con capacidad de trabajar el metal llamadas a reorientarse hacia el esfuerzo bélico. De esta manera, acabada la contienda muchas tuvieron que enfrentarse al juicio público por haber colaborado con los ejércitos fascistas. En Alemania esto aún planea sobre BMW o Mercedes, mientras que en Italia se vivió el mismo fenómeno al referirnos, por ejemplo, a Piaggio. Constructora de aviones usados por las fuerzas áereas de Mussolini aunque, desde 1947, felizmente reconvertida al mundo de las dos ruedas gracias al lanzamiento de la Vespa. Una historia paralela a la del nacimiento de la Moto Rumi Formichino.

Pero vayamos por partes. Para empezar, hasta la Segunda Guerra Mundial lo que posteriormente pasaría a ser Rumi era un conglomerado de industrias dedicadas a la fundición y los bienes de equipo con carácter textil. Tras aquello, al estallar la contienda puso sus instalaciones al servicio de la fabricación de armamento. Obviamente, llegada la paz tuvo que encontrar una nueva misión comercial por lo que, al igual que otras empresas, viró hacia el prometedor sector automotriz. No en vano, Italia demandó durante la posguerra una gran cantidad de vehículos populares y económicos para una población que apenas podía permitirse más que motocarros o bicicletas motorizadas con los ingenios Cucciolo o Mosquito.

Así las cosas, mientras en 1947 se presentaban las primeras Vespa aún se tuvieron que esperar dos años más para ver nacer a Moto Rumi. Así las cosas, se especializó en motocicletas ligeras propulsadas por motores bicilíndricos con 125 centímetros cúbicos. Todo ello para sumarse, hacia 1952, a la moda de los scooter con un modelo dotado de un cuidado chasis monocasco en aluminio. Mucho más sofisticado que los realizados en chapa estampada por gran parte de la competencia. Además, gracias a sus bicilíndricos en contraste con las mecánicas unicilíndricas del resto del segmento, las Moto Rumi gozaban de una excelente velocidad de crucero. Todo ello rematado con el arranque eléctrico y otros detalles bastante cuidados.

rumi formichino (3)

Durante la Segunda Guerra Mundial fueron muchas las empresas dedicadas al esfuerzo de guerra. Acabada la contienda, algunas de ellas vieron el negocio de futuro en el sector automotriz

Moto Rumi Formichino, avanzado en su tecnología

Por un momento, vais a permitirnos dar un salto desde las motocicletas hasta los automóviles a fin de explicar el carácter de la Moto Rumi Formichino. Y es que, ¿cómo puede ser que un una motocicleta tan excelente no fuera una gran fuente de negocio para su fabricante?. Bueno, en este sentido tenemos al Smart. Un automóvil sumamente original en el que Mercedes volcó una gran cantidad de elementos técnicos propios de gamas superiores. De esta manera, sus ventas jamás consiguieron solventar todo lo que en su desarrollo se había invertido.

En suma, un vehículo no es bueno o malo en abstracto, sino siempre dentro de un contexto muy determinado. Así las cosas, el scooter Moto Rumi Formichino de 1954 incorporó soluciones con un diseño mucho más refinado de lo que necesita cualquier segmento popular. Y es que, no nos engañemos, el nicho de mercado reservado a un ya de por sí extraño scooter de lujo podía llegar a ser extremadamente reducido en la Italia de los años cincuenta.

Dicho esto, más allá del uso del aluminio en vez de la chapa, este scooter contaba con un diseño donde el propio motor era un elemento estructural más. Además, éste heredaba la complejidad de las primeras mecánicas producidas por la marca. No en vano, era un bicilíndrico en paralelo colocado en posición horizontal con 125 centímetros cúbicos y 6,5 CV. Puesto, además, en el centro en vez de debajo del asiento como sí era característica definitoria en modelos como la Vespa o la Lambretta.

rumi formichino (1)

Con soluciones técnicas muy refinadas para su segmento, ésta era una scooter demasiado cara como para poder competir con las Vespa y Lambretta

Con todo ello, el Moto Rumi Formichino llegaba a los 75 kilómetros por hora con un peso algo menor a los 100 kilos y una transmisión de cuatro velocidades. Además, su fiabilidad se demostró ganando en diversas pruebas de resistencia con una duración de 24 horas. En fin, una pena que aquellos méritos no fueran asociados al éxito en las ventas. Es más, hacia 1960 la fábrica tuvo que cerrar. Momento en el que su fundador, Donnino Rumi, pudo dedicarse de nuevo a la escultura y las artes plásticas.

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Sobre mí

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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