Hace unos días os hablábamos del fallecimiento de Francesco Villa, el último de la saga de hermanos fundadores de la marca italiana Moto Villa. No es una marca demasiado conocida en España a pesar de que fabricaron grandes modelos de motocross y enduro, por ello hemos querido rendirle homenaje hablando de la última moto que lanzaron como prototipo en 2018 y en la que el propio Francesco estuvo involucrado: la Moto Villa BO 400 Sport.
Moto Villa llevó al Salón EICMA de Milán 2018 varias novedades de cross, enduro y supermotard. Pero la que más nos llamó la atención y que al mismo tiempo pasó desapercibida fue el bonito prototipo que también tenían en expuesto. Según nos comentaban, esta moto representaba su propia interpretación de lo que debe ser una motocicleta en su forma más pura.El aspecto “retro” entra rápidamente por los ojos, con la combinación de colores rojo y blanco propio de la firma de Módena. Es una moto baja, de depósito alargado y semimanillares, con el fin de buscar un claro look cafe racer. El asiento es monoplaza con un colín bajo y plano que termina con una aleta trasera de claras reminiscencias crosseras.
El motor utilizado en la Moto Villa BO 400 Sport era un monocilíndrico de refrigeración por aire, culata de doble árbol de levas en cabeza (DOHC) e inyección electrónica. Como curiosidad, decir que este motor fue desarrollado por el propio Francesco Villa. Tratándose de un prototipo no se hacía referencia a su potencia máxima, pero podemos calcular que estaría en torno a los 25-30 CV. El escape está firmado por los italianos de SC-Project.
Alrededor fabricaron un chasis de doble cuna de acero con un basculante de sección cuadrada y construido en fundición de aluminio. Manteniendo la estética clásica se optó por una configuración de doble amortiguador trasero con depósito separado tipo piggy-back. Delante hay una masiva horquilla invertida multirregulable y para detener el conjunto, pinza Brembo radial que muerde un disco tipo wave.
Aunque la Moto Villa BO 400 Sport era una moto de carretera, se le quiso dar un aspecto gamberro y por ello se le montaron neumáticos de corte mixto (unos Pirelli Scorpion Rally STR) más propios quizás de una scrambler. Las llantas de 17″ eran de radios en color dorado y permitían montar ruedas sin cámara. Por último la instrumentación era también muy old school, con un conjunto formado por dos relojes en el que el tacómetro presidía la esfera central y el velocímetro a la izquierda.
Una pena que esta moto no llegase a convertirse en real.
Ender
Japan Rules!!Un calco de la SWM Gran Milano 440. Sin más.
Gracias por la idea, mañana hablaremos de ella.