Hoy toca ponernos el traje, la corbata y los zapatos nuevos, porque vamos a hablar de MV Agusta, y eso siempre merece nuestro respeto y nuestras mejores galas. En el año 2020 MV Agusta celebró su séptimo quinto cumpleaños tratando de sacar músculo con sus últimas creaciones, como la edición especial MV Agusta Superveloce Alpine, o la ya denominada por mi compañero Ender, “hiper-exclusiva e hiper-potente” MV Agusta Rush.
Sin embargo, pese a ser una marca ligada a motos muy prestacionales y extremadamente laureada en competición entre los años 1950 y 1970, sus inicios fueron más discretos, y como muchas otras grandes marcas, más modestos, aunque desde un inicio con la mira puesta en la competición.
No sería justo hablar de MV Agusta sin mencionar que en su origen estuvo íntimamente ligada al mundo aeronáutico, ya que sus inicios como empresa de aviación se remontan a 1923. Tras la Segunda Guerra Mundial fue cuando la familia Agusta, tras el desplome del boom de la aviación y la prohibición de crear aviones del Gobierno Italiano, decidió crear Meccanica Verghera Agusta -MV Agusta- centrándose en la producción de motocicletas.
De esta forma llegamos al que sería el comienzo de MV Agusta, y a nuestra moto del día: la MV Agusta 98. Una motocicleta sencilla y funcional de componentes discretos y básicos que buscaba priorizar la fiabilidad, para motorizar a una sociedad de posguerra que había sido gravemente afectada económicamente, y en la que no era fácil conseguir componentes básicos para sus modelos.
El primer prototipo se presentó en 1945 con el sobrenombre de Vespa 98, y por los motivos que muchos estaréis imaginando, al descubrir que sus compatriotas del grupo Piaggio habían registrado previamente el nombre Vespa (“avispa” en italiano) para su nuevo scooter, decidieron dejarlo únicamente como MV Agusta 98, haciendo alusión únicamente a su cilindrada y no tanto a sus formas.
Esta motocicleta, de silueta sencilla, no renunciaba pese a todo a un bonito diseño de estilosas líneas curvas y afiladas, con un acabado de pintura que ya estaba marcado por una muy cuidada combinación que alternaba el cromado de algunos componentes con una pintura granate o rojo vino.
El propulsor desarrollado era una mecánica monocilíndrica refrigerada por aire, de dos tiempos y de 98 cc gracias a un diámetro/carrera en su primera versión -económica- de 48×54 mm, y de 49×52 mm en la segunda versión del propulsor. La caja de cambios primigenia era de dos velocidades con transmisión final por cadena y en la segunda versión, disponible a partir de 1946, se incorporó una nueva caja de cambios de tres velocidades, la MV Agusta 98 3 velocità, con la que se conseguía desarrollar una velocidad más elevada.
El chasis se formaba a través de tubo de acero creando una simple cuna cerrada que albergaba en su interior el propulsor. El primer prototipo y la versión vendida los primeros años como “económica” únicamente disponían de un chasis rígido sin basculante, dejando la función de amortiguación trasera únicamente a los muelles del asiento.
Las versiones 98 Turismo ya poseían de un basculante fabricado en acero que albergaba a cada lateral un amortiguador de émbolo, que absorbían mucho mejor las irregularidades del terreno.
La horquilla delantera en la versiones más humildes era de tipo viga, un sistema de suspensión que era muy utilizado en la época, debido a su sencillez y que fue muy popularizado por el fabricante británico Vincent. Los modelos 98 Lusso y las variantes de competición, 98 Corsa, ya comenzaron a equipar una horquilla delantera telescópica mucho más elaborada y funcional.
Los frenos que se utilizaban eran de tambor, de 125 mm en ambos trenes, montados sobre llantas radiadas de 19 pulgadas y de 3 pulgadas de ancho la trasera y de 2,50″ la delantera, equipando unos delgados neumáticos que la dotaban de una excelente agilidad.
A partir de 1946 se comenzaron a fabricar versiones preparadas para la competición denominadas como 98 Sport que empezaron a crear el aura de marca ligada a la competición que siempre ha tenido MV Agusta. Esta versión MV Agusta 98 Sport dio a su vez paso a otras versiones como la denominada 98 Corsa, que poseía unas modificaciones más profundas en parte ciclo y propulsor para participar en pequeños campeonatos y algunas carreras-cliente.
Las versiones más potentes, equipadas con el motor de tres velocidades, equipaban un nuevo carburador de 20 mm de diámetro y transfers de mayor tamaño, llegando a desarrollar una potencia de 5 CV a 5.400 RPM y a alcanzar los 95 km/h.
Y es que hay marcas como MV Agusta que aunque sus comienzos con el modelo 98 hayan sido modestos, siempre han ido ligadas a la búsqueda de prestaciones y al mundo de la competición.
Y quizá, si nunca hubiese existido esta pequeña moto, que tuvo gran aceptación y un volumen de ventas -1.700 unidades entre 1945 y 1948-, nunca hubiésemos conocido sus meteóricos modelos, o a pilotos como el gran Giacomo Agostini de la misma manera en la que se forjó su historia, con 13 de sus 15 títulos de campeón del mundo a lomos de una MV Agusta.
Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.COMENTARIOS