Los scooter de 125 son los vehículos de dos ruedas más vendidos en nuestro país. Ante esa innegable realidad, de vez en cuando tenemos que darles cariño. En esta ocasión nos fijaremos en el Riya T9, de lo más barato que podemos encontrar en el mercado y relativamente poco conocido. Su andadura comercial comenzó en 2017 con un precio atractivo, pero tampoco de derribo: 2.395 euros.
¿Qué nos llevábamos a cambio? Un scooter con un modesto motor, pero con apariencia de modelo de factura más alta. Mide 2,15 metros de largo, estando las ruedas separadas por 1,56 metros. A pesar de esa apariencia es muy ligera, apenas 140 kg en orden de marcha, por lo que es una elección adecuada para hacer mucha ciudad si se pretende gastar el mínimo posible.
Por ese precio la mayoría de modelos que encontraremos tienen menor protección aerodinámica y menor dotación de equipamiento. En su momento Riya se anunció como la marca económica de Motorien, uno de los principales importadores de España, y eso que tienen otras marcas de precios atractivos y origen asiático -como no podía ser de otra manera-. Actualmente las unidades que se pueden encontrar están rebajadas a 2.095 euros, y eso que el seguro a terceros del primer año va incluido.
A nivel técnico no nos vamos a llevar ninguna sorpresa en el mal sentido con la Riya T9. Se mueve gracias a un monocilíndrico Euro 4 de 8,4 CV a 7.500 RPM refrigerado por aire, con un par máximo de 8,6 Nm y culata de dos válvulas. Aunque es capaz de salir a carretera y rondar los 90 km/h de marcador (85 km/h según catálogo), se sentirá más cómoda dentro de los límites de 50 km/h y alguna circunvalación de 70 km/h, y donde la orografía sea amable, a ser posible. El motor es suave cuando recupera velocidad, algo de agradecer en un monocilíndrico, pero forzándolo a “correr” no gasta tan poco como debería.
Con 14 litros de depósito no hará falta visitar la gasolinera a menudo, lo cual ahorra tiempo
El chasis es de estructura abierta de doble tubo, con horquilla convencional y doble amortiguador trasero. En el eje delantero tiene una rueda 120/80 de 14 pulgadas con frenos de disco de 258 mm y pinza de doble pistón, ídem para la trasera 130/60 de 13″ con disco de 220 mm. La maneta izquierda combina la fuerza de ambos discos mediante sistema CBS. Además, el freno trasero tiene función de estacionamiento. Tiene tanto pata de cabra lateral como caballete.
Por su diseño puede recordarnos a la Yamaha X-MAX, que cuesta más del doble, como suele pasar con las “pata negra” del segmento. Toda la iluminación es a base de ledes. Tiene un par de guiños de diseño deportivo como la pantalla ahumada, el tarado durito de los amortiguadores y los detalles del carenado. La protección aerodinámica es todo lo que se puede pedir, considerando que no puede alcanzar grandes ritmos como para necesitarla. La gama se compone de tres colores, rojo, negro y blanco.

Cierto que no destaca por sus prestaciones, ni es la que menos consume, ni la más ágil de la salida del semáforo, ni la más divertida, pero para quien utiliza la moto como medio de transporte principalmente en zona urbana tiene otros atributos más deseables. Podríamos empezar por la instrumentación, bastante completita, totalmente digital, y fácil de leer. No falta el tan importante reloj para no perder la noción del tiempo.
Detrás del escudo frontal tiene dos guanteras con cerradura, en una de ellas tiene toma para cargar algún dispositivo portátil. ¿Y si nos lo dejamos ahí? Seguramente estará cuando volvamos. Bajo el asiento caben un par de cascos y puede llevar un baúl trasero apoquinando 95 euros más, que es poco dinero. Además, por si todo esto fuera poco, es cómoda para montar a dúo y con esas dimensiones y peso es manejable y fácil de llevar.
Y la pregunta del millón, si tan atractiva es, y el precio es tan agresivo, ¿por qué se ven tan poco? Buena pregunta. La mayoría de los artículos que han salido de este scooter poco más aportan que lo que dijo en su día el comunicado de prensa y apenas hay información sobre ella desde mediados del año pasado. Su principal problema está relacionado con lo justa que se queda en carretera, y eso que su diseño “vende” todo lo contrario.

Ahora bien, para quien no necesite ir “tan rápido”, porque en los desplazamientos habituales no hace falta, o porque la propia vía no lo permite, o porque se saca poco de la urbe, es una opción a valorar; hay quien no necesita más para el día a día. Según se acerque la fase Euro 5 puede que rebajen un poco más las que no se hayan vendido todavía, avisados están los cazadores de chollos.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS