Quizá a muchos no les suenen las siglas SWM, que son el acrónimo de Speedy Working Motors, una firma Italiana que en los años 70 y 80 comercializaba modelos offroad de elevada calidad a nivel de parte ciclo, pero que dentro de nuestras fronteras poco tuvieron que hacer frente a las marcas patrias como Montesa, Bultaco u Ossa.
Esta marca desapareció definitivamente en 1987 hasta que en 2014 fue rescatada por Ampelio Macchi, un ingeniero Italiano que tiene en su haber obras como el motor de las Aprilia RXV.
Ampelio y su equipo (apoyado por el fabricante chino Shinneray) decidieron aprovechar aquello de “a rio revuelto ganancia de pescadores”, y en el periplo de cambio de dueños de Husqvarna (que actualmente se encuentra dentro del grupo KTM) a manos de BMW, se quedaron con las instalaciones que tenía la fábrica de Husqvarna en Biandronno (Italia) para resurgir allí a SWM y utilizar la cadena de montaje y utillaje que Husqvarna había tenido hasta entonces.
Una vez que conocemos la historia reciente de SWM, si nos centramos en nuestra moto del día de hoy, la SWM RS 650 R, y sobre todo si estuvisteis atentos el sábado pasado, veremos que es una moto que tiene mucho que ver con la Husqvarna 630 TE.
Efectivamente, y tal como os estaréis imaginando, esta SWM RS 650 R que nació en 2015, tomó prestado tanto el propulsor y chasis de la antigua Husqvarna 630 TE, que sólo se comercializó durante los años de 2010 a 2012, y se realizaron cambios menores en parte ciclo, estética y en la adopción de un nuevo encendido.
Los cambios principales se realizaron a nivel de asiento, que adoptó unas nuevas formas y mullidos para reducir mínimamente el espíritu endurero de Husqvarna. También se pasó a utilizar unas suspensiones algo inferiores (y de menor recorrido), así como algunos elementos periféricos como piñas y controles de distinto fabricante.
El diseño se varió poco, utilizando las mismas formas en su afilada y estrecha carrocería, aunque se adoptó una nueva paleta de colores y gráficas propias para diferenciarse de su prima. Mantuvo un precio, eso sí, muy competitivo de alrededor de 6500 €, que era un precio de tarifa casi 2500 € inferior al del resto de sus rivales en el periodo de años que estuvo a la venta.
A nivel mecánico, no encontramos ninguna diferencia con la Husqvarna, salvo en la adopción de un encendido distinto. Se monta el mismo propulsor monocilíndrico cuatro tiempos, refrigerado por líquido, que cubica 600 cc, gracias a un diámetro/carrera de 100×76,4 mm y que posee doble árbol de levas en cabeza (DOHC). Cuenta también con un sistema de inyección electrónica del fabricante Mikuni con un cuerpo de 45 mm.
Con todo esto se consigue un motor muy elástico con buenos bajos y medios que eroga algo menos de potencia, 54,5 CV, según su ficha técnica.
El chasis mantiene también las cotas y estructura de simple viga desdoblada en su parte baja fabricado en acero. El subchasis es desmontable, y al igual que en la TE conviene reforzarlo en algunos puntos pues no es muy rígido y no aguanta muy bien el hecho de cargar mucho peso sobre el mismo. El basculante es de doble brazo fabricado en aluminio.
El equipo de suspensiones si varía, y contrasta el recorrido de la horquilla delantera con 210 mm frente a los 270 mm del monoamortiguador posterior, un recorrido inferior además al de la Husqvarna. La horquilla delantera invertida con barras de 45 mm es del fabricante Marzocchi y cuenta únicamente con ajuste en extensión y un sistema de purgado de aire. El monoaomortiguador posterior se sigue confiando a Sachs, posee bieletas y es ajustable en compresión (alta y baja velocidad) y precarga.
La frenada equipa un conjunto de pinzas de anclaje axial Brembo, la delantera de dos pistones y la trasera de un pistón que aplican la potencia de frenado sobre un par de discos NG de 260 mm el delantero y de 220 mm el trasero. Un conjunto más que suficiente para detener los 144 kg de peso de la moto -en seco- al que habría que añadir fluidos y la gasolina de su depósito de 12 litros que le dota de una autonomía de más de 230 km.
Las llantas y neumáticos siguen manteniendo unas medidas puramente offroad, con una llanta de 21 pulgadas delantera que va unida a un estrecho neumático en medida 90/90. La llanta trasera es de 18 pulgadas y monta un neumático de 140/80. Aunque a decir verdad, los neumáticos del fabricante Italiano, Golden Tyre GT 201, que se equipan de serie, tienen un buen compromiso entre asfalto y uso offroad.
El comportamiento de esta SWM RS 650 R, no varía mucho del de su prima Husqvarna, si bien es cierto, que el tarado más suave y corto de la suspensión hace que quizá sea algo más cómoda para rodar en asfalto. Algo que no hay que confundir con que siga siendo una trail para rodar mayoritariamente en campo y permitirnos algunas licencias si decidimos complicarnos la salida haciendo rutas de enduro, en las que también cumplirá, aunque obviamente notando más el peso y por consiguiente teniendo que rodar más lento e intentando cometer menos errores que con una enduro más típica.
El tacto del motor, permite realizar una conducción poco estresada ya que se encuentra bien cargado de par a bajos y medios regímenes, eso sí, sin tener una estirada fulgurante.
Un comportamiento ideal para un uso polivalente con el que poder circular sin hacer sufrir la mecánica en enlaces o viajes sosegados por carretera y con el que poder hacer escapadas offroad y disfrutar de caminos y pistas sin las limitaciones que te marcan las trail asfálticas que dominan el mercado en los últimos tiempos.
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Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.COMENTARIOS