Elche es uno de los lugares de la Península Ibérica donde más se vive la afición a la mecánica de la motocicleta. Algo que no sólo decimos por su concentración de aficionados, sino por razones históricas que vienen desde décadas atrás. Así las cosas, lo cierto es que no resulta sencillo ver en un territorio tan concentrado y pequeño semejante tradición relativa a la industria de las dos ruedas. Prueba de ello fue la aparición en los años cincuenta de marcas como Elig o Setter, esta última habiendo sido refundada hace muy pocos años por descendientes del fundador. Algo que es una excelente noticia, pues indica que este sector sigue vivo en la ciudad más allá del recuerdo que hoy en día se atesora en los archivos locales. En ese sentido, Tamarit es otra de las referencias obligadas.
El preparador conocido a nivel internacional gracias a sus creaciones sobre base Triumph, el cual ha llegado recientemente a su primer centenar de trabajos con la Tamarit Jade. Una soberbia personalización subastada por Artcurial en París, dando muestra de hasta qué nivel de creatividad y perfeccionismo pueden llegar desde esta pequeña empresa alicantina. Nacida como ellos mismos dicen en “ un cobertizo destartalado con techo galvanizado ” para ser ahora mismo uno de los especialistas en creación de piezas únicas más respetados en el mundo de las dos ruedas. Como ya dijimos en su momento, son algo muy similar a lo que Singer puede significar para el mundo de los Porsche 911.
Un camino labrado pieza a pieza donde una de las más destacables es aquella con la que celebraron la media centena. Hablamos de la Tamarit 50 Stalker. Todo un homenaje a las “ café racer “ donde destaca la forma y manera en la que se ha reducido la altura del conjunto, logrando así una montura especialmente deportiva y adecuada para disfrutar de las sendas de asfalto. De hecho, tanto las barras de las horquillas delanteras como el amortiguador trasero se cortaron en seis centímetros, quedando un conjunto de asiento reducido donde todo va enfocado a las sensaciones sobre la carretera. Un homenaje a las motocicletas de vieja escuela propulsado por el sempiterno motor de la Triumph Thruxton 900 alimentado aquí por carburación.
Elche goza de una tradición de industria motociclista bastante reseñable, habiendo visto en los últimos años el renacer de una de sus marcas históricas y la aparición de este preparador que ya goza de fama internacional
Tamarit 50 Stalker, otro trabajo a medida
Aunque su reciente Tamarit Jade fue una apuesta lanzada desde la marca, el proceder de este taller alicantino se basa en trabajar a elección del cliente en base a propuestas lanzadas por el mismo u opciones dispuestas por la empresa a modo de pieza única. De esta manera, la Tamarit 50 Stalker surgió del interés de un aficionado balear por el mundo de las “ café racer “. Algo que se le había despertado viajando por Tailandia, donde pudo visitar el taller de Zeus Customs.
Un conocido preparador dentro del colectivo de aficionados a Triumph, eligiendo al igual que Tamarit a la Thruxton como base para sus creaciones. Al fin y al cabo, tanto por comportamiento general como por su tipo de motor ésta es perfecta como base para motocicletas modernas con cierto sabor clásico, idóneas para el uso diario y los viajes por carretera.
A partir de las ideas propuestas por Tamarit, se empezó a trabajar en esta unidad presidida por sus tijas de aluminio en el frontal y ese faro propio de una Triumph campera de los años cincuenta. Respecto al color, el rojo que decora el depósito y el escueto guardabarros delantero es el detalle más llamativo sobre la base metálica tratada con un baño de níquel satinado. Un resultado tan crudo como elegante.
Al rebajar en seis centímetros las suspensiones esta motocicleta está dominada por su carácter compacto, muy echado al suelo para lograr un claro aspecto de montura clásica
En lo referido a la considerable reducción de altura de esta Tamarit frente a la Triumph de la cual deriva, se generaron ciertos problemas como el dónde poner la matrícula. Asunto resuelto con un soporte flotante que la suspende por detrás de la rueda. Otro de los muchos detalles con los que suelen personalizarse estas motos, las cuales han ido ganando una creciente fama gracias a la fidelidad a la Thruxton como modelo base y la excelente calidad de sus trabajos.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Me encantan tus artículos! Pero faltan fotos y la de cabecera la tapa el texto, gracias y adelante!
¡Muchas gracias Juan! Tienes toda la razón con lo de las fotografías. Prometido queda poner más, especialmente en casos como éste, con motos nuevas donde hay material gráfico de sobra. Lo anoto para hacer más visuales los artículos.