El prototipo que traemos hoy nunca se comercializó, a pesar de que su nivel de desarrollo y calidad de acabado estaba en línea con los estándares de producción. Se trata de la Yamaha RZ201, un prototipo del año 1972 y que tenía una particularidad muy interesante: poseía un motor rotativo Wankel.
El proyecto se mantuvo en secreto hasta que se celebró el 19º Salón de Tokio, donde fue desvelada. Allí también se desveló la Yamaha TX750, que comparte diseño y estilo con la RZ201, aunque son ligeramente diferentes, ya que la TX750 posee un motor de pistones convencionales y por tanto su batalla es ligeramente más corta.
El motor, la estrella de este prototipo, fue desarrollado conjuntamente con Yanmar, un fabricante de motores para pequeñas embarcaciones, que tenía licencia de NSU para los motores rotativos. En este caso, se trata de un motor de dos rotores, con 660 cm3 en total, y que producía 68 CV a 6.500 rpm y 76 Nm de par a 4.000 rpm. La refrigeración era líquida, y empleaba el sistema CCR (Charge Cooler Rotor), que suministraba aceite a la salida del carburador, para refrigerar los rotores. Con esta innovación, se podía prescindir del radiador de aceite, que la mayoría de motores rotativos necesitaban para funcionar adecuadamente.
Tenía una batalla de 1.485 mm y un peso de 220 kg, 10 kg menos que su hermana la TX750. Para transmitir la potencia, recurría a una caja de cinco velocidades, conectada por cadena a la rueda trasera. En cuanto a frenos, poseía doble disco delantero de 300 mm y sencillo trasero, empleando un esquema clásico de suspensión de doble horquilla invertida delante, y doble conjunto muelle-amortiguador detrás.
Nunca la veremos en la calle, pero su hermana la TX750 sí se vendió. Si queréis haceros con una de ellas, tendréis que desembolsar una cifra entre 5.000 y 6.000 euros, un precio algo alto, en función de su estado de conservación.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS