Si la semana pasada leísteis la Moto del día del sábado, la Rieju Tango 125, probablemente os llame la atención la similitud en sus formas de nuestra moto del día de hoy, la Yamaha XG 250 Tricker, sobre todo si la comparamos con la primera y segunda generación de la Tango. Esto ocurre por que ambas motos están enfocadas hacia el mismo concepto, motos versátiles con las que poder desplazarnos con garantías en ciudad, o con las que hacer tramos de campo defendiéndose muy bien.
En el caso de la Tricker, esta está orientada hacia un público más adulto y exigente que busca un plus de calidad de fabricación y potencia. Si hacemos un repaso a sus virtudes, es una moto que intenta hacerte fácil los desplazamientos por ciudad invitándote a hacer casi el gamberro entre los coches y su orografía característica, compuesta de resaltos, bordillos y otros obstáculos que utilizarás a modo de yincana.
Otra de las ventajas de esta compañera de peso ligero, es a la hora de realizar incursiones en campo. No es una enduro, pero su ligereza y una puesta a punto apta para descomplicarte las cosas te harán llegar a dónde quieras pasando por sitios que te parecerían imposibles. En carretera la cosa cambia, es una moto muy divertida de meter en curva, pero sus 117 km/h de máxima penalizarán si queremos utilizarla para viajar por carretera.
En el plano estético encontramos una moto estrecha, con formas que recuerdan a las motos de trial con un asiento con caída hacia abajo, marcando una “V” bastante pronunciada en la zona donde converge el mismo con el depósito. El depósito es también muy estrecho y con una capacidad de 6 litros, lo que dota a la Tricker de una autonomía de unos 100-120 km. Las formas del faro redondeadas y un cuadro de relojes muy sencillo nos muestran una moto que no esconde lo que es en su esencia, una moto funcional pensada para ser ligera y capaz de movernos de una manera económica y fácil, en la que cualquier detalle lujoso carece de sentido.
El motor de esta Tricker es básico, ideado para llevarte al fin del mundo sin complicarte las cosas, pensado para realizarle mantenimientos mínimos y sencillos y durar una eternidad. Es un monocilíndrico de cuatro tiempos, distribución SOHC con dos válvulas, y que cubica 249 cc. Se encuentra refrigerado por aire y alimentado por un carburador Mikuni Vm 33.
Una mecánica tan sencilla es capaz de dar unas cifras de potencia modestas, generando 19 CV a 7.500 RPM y 18,8 Nm a 6.250 RPM. Además, el motor va asociado a un cambio de cinco relaciones con transmisión final por cadena, con las relaciones de cambio bastante cerradas entre sí, con la intención de crear una moto que, si bien no tiene mucha potencia, acelere rápidamente.
El chasis, como es habitual en este tipo de motos, es un doble cuna tubular de acero fabricado a través de tubos de sección cilíndrica. Es estrecho y muy ligero, y va unido a un basculante de doble brazo de sección rectangular. Las suspensiones también son muy sencillas, con un tarado blando enfocado a rodar por terrenos rotos.
La horquilla delantera es de tipo convencional, con barras de 35 mm sin posibilidad de regulación, y con un recorrido de 180 mm. Atrás se monta un monoamortiguador trasero sobre bieletas que le aportan progresividad regulable únicamente en precarga de muelle y que posee un recorrido de 172 mm.
El apartado de frenos, aún con componentes acordes al resto de la moto, tienen un tacto y mordiente exquisito, debido al ligero peso de 118 kg en seco que tienen que parar, y a una potencia que como hemos visto tampoco deslumbra. Delante monta una pinza de dos pistones que acciona un disco de 220 mm y detrás posee un conjunto formado por una pinza de un pistón y un disco de 203 mm.
El tamaño de llantas y neumáticos se encuentran al igual que el resto del conjunto con una configuración a medio camino entre especificaciones on/offroad, montando una llanta delantera de 19 pulgadas delante y una llanta de 16 pulgadas detrás. Los neumáticos son estrechos y de origen cuentan con un dibujo y compuesto de uso mixto, en medidas 80/100 el delantero y 120/90 el trasero. Unas medidas acertadas que no lastran a una moto no muy potente y que la hacen ágil cuando salimos con ella al campo.
En general, es una moto apropiada para aquellos que buscan un medio ágil, rápido y económico con el que moverse por la ciudad, en la que su gran ángulo de giro, la estrechez de su conjunto y manillar elevado la harán capaz de serpentear entre el tráfico más lento y que, además, no quieran renunciar a realizar excursiones por zonas de tierra cuando la ocasión lo merezca, siendo capaz de sorprender en este ámbito por su buena capacidad de tracción, llegando a subir por zonas muy complicadas también gracias a su bajo peso.
Una moto que no enamora por sus cifras, pero que lo hace cuando la disfrutas a diario sin complicarte la vida. Se comercializó a partir del año 2005 por debajo de 4.000 euros y en el mercado de segunda mano en la actualidad tiene una especie de burbuja -debido a su buena fama-, ya que es difícil encontrar una unidad en buenas condiciones por debajo de la mitad de su precio de venta original.
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Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.COMENTARIOS