Nuestra protagonista de hoy, la Yamaha YBR 250, es una de las últimas representantes de un tipo de moto que hace 20 años estaba en pleno apogeo, pero que hoy en día prácticamente ha desaparecido de los catálogos de las marcas: el de las naked utilitarias de cuarto de litro.
Estas motos asequibles y de planteamiento sencillo triunfaron durante los años 80, 90 y principios del nuevo milenio, ya que apenas tenían sobre coste respecto a una 125 y a cambio doblaban a estas en cilindrada y potencia en la mayoría de los casos.
Con un cuarto de litro tenías una potencia muy generosa para moverte por ciudad y poder salir de los semáforos el primero, mientras que te permitía hacer incursiones por carretera con ciertas garantías. La Yamaha YBR 250 servía para todo eso y además lo compaginaba con un buen hacer y una facilidad de conducción envidiables. Por culpa de esto último, la YBR también fue toda una super ventas entre las autoescuelas ya que se trataba de una moto perfecta para aprender y una fábrica de nuevos conductores sobre dos ruedas.
La Yamaha YBR 250 se presentó en 2007 y tenía por delante la siempre difícil misión de sustituir a toda una institución como era la Yamaha SR 250, que tras casi 20 años se había dejado de vender en 2004 por culpa de las normas anticontaminación.
La YBR mejoraba en todo a la SR, algo lógico, ya que en 30 años, el diseño de motocicletas había avanzado bastante. El bastidor de tubos de acero era mucho más rígido que la semi cuna de su predecesora. Por otra parte, la pinza de freno de doble pistón también mejoraba enormemente uno de los puntos más flacos de la SR: la frenada, aunque en el eje trasero se seguía manteniendo el tambor.
Por último el motor también recibió una merecida actualización. Se mantenía el esquema monocilíndrico refrigerado por aire y con distribución SOCH de dos válvulas, pero incorporaba un novedoso sistema de inyección electrónica. La potencia seguía siendo la misma: 20 CV, pero el consumo bajaba mientras que la suavidad de uso estaba muy por encima.
La eficiencia de esta mecánica era máxima en su momento, ya que las medias de consumo rondan los 3,2 l/100 Km, registros que no nos extrañarían en una moto con la mitad de cilindrada. La velocidad punta por otra parte alcanza unos modestos 140 Km/h. Su principal deficiencia es la caja de cambios que cuenta con sólo cinco velocidades.
Sin embargo, todas estas mejoras no fueron suficientes ya que tras unos años a la venta se descatalogó el modelo sin llegar ni por asomo al éxito de su predecesora. No creo que fuese una mala moto. En lineas generales ofrecía lo mismo que sus competidoras, la Honda CBF 250 y la Suzuki Inazuma 250, e incluso se trataba de un conjunto más equilibrado.
El problema fundamental es que los gustos y necesidades de los compradores habían cambiado. Con la convalidación del carné A1 con tres años del carné B las 125 ganaron mucho peso en el mercado. Por otra parte, la aparición del carné A2 supuso pasar de un límite de 34 CV a 48 CV en las mototicletas, por lo que la gente que se sacaba el carné demandaba vehículos con más caballos, y poco a poco la naked lógica de 250 cm3 ha pasado a ser la naked lógica de 400 o 500 cm3 y unos 45 caballos.
Hoy en día, la Yamaha YBR 250 se puede adquirir de segunda mano por algo más de mil euros. Si tienes el A2 y no tienes prisa por escalar a altas cilindradas, esta puede ser una muy buena moto escuela con la que dar tus primeros pasos en este mundo. Además, también es muy indicada para todas aquellas personas con presupuestos ajustados ya que todo en ella es muy barato y sencillo.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.Todo lo que dice el artículo és cierto. Tengo moto desde los 16 años y tengo 40. He tenido de todas las cilindradas. Con cilindradas mayores disfrutas más en autovía y autopista, dónde estas 250 se quedan en el carril de la derecha, pero en carretera y ciudad van genialmente sobradas y són mucho más ligeras. Allí las mayores se acaban cascando. Ha sido la moto más dura y fiable que he tenido jamás, además de muy barata de mantener. ( El precio del seguro, impuesto de circulación, neumáticos, etc és similar al de una 125… la mitad que una… Leer más »