Moto del día: Yamaha YZF-R6 (1999)

Moto del día: Yamaha YZF-R6 (1999)

El origen de toda una saga


Tiempo de lectura: 3 min.

Aunque parezca una jovenzuela, la Yamaha YZF-R6 es toda una veterana del mercado supersport. Una moto que cuenta casi con 20 primaveras, desde que se presentó en 1999 como sustituta de la Yamaha FZR 600. La R6, como se la conoce habitualmente, supuso un punto de inflexión y el pistoletazo de salida para las seiscientos RR, más deportivas y radicales.

Hasta entonces, en los años 90, los fabricantes siempre habían buscado un equilibrio entre motos rápidas y deportivas, pero que también fueran razonablemente cómodas y utilizables en el día a día. Algunos ejemplos de aquella época fueron la Honda CBR 600 F y la Kawasaki ZZR 600.

En 1999 Yamaha presentó una moto más extrema y enfocada en las prestaciones puras en la pista, iniciando una escalada de deportivididad y rendimiento que llegaría hasta 2008, cuando la crisis económica mundial hizo estragos y el mercado de super deportivas desapareció de la noche a la mañana.

Esta primera Yamaha YZF-R6 se presentó tan solo un año después de la Yamaha YZF-R1 y en general bebía de sus lineas y su influencia estética. El modelo aguantó sin apenas cambios reseñables hasta 2003, cuando llegó la segunda generación.

Yamaha YZF R6 3

Hago un inciso para indicar que el término “generaciones” no tiene mucho sentido en el terreno de las super deportivas, ya que son motos que suelen renovarse en ciclos muy cortos de dos años, incluyendo pequeños cambios y mejoras graduales y constantes, en vez de esperar a un reemplazo del modelo que aglutine todas esas novedades de golpe.

Volviendo a la Yamaha YZF-R6 de 1999, destacaba  por tener un motor tetracilíndrico más rabioso y agresivo que sus coetáneas, gracias a la corta carrera de sus cilindros. Este propulsor era capaz de alcanzar un gran régimen de giro ya que daba su potencia máxima a 12.500 vueltas y la zona roja empezaba algo más arriba.

La potencia máxima alcanzaba los 120 CV, siendo la 600 de producción más potente del mercado cuando se presentó. Aún recurría a una bancada de cuatro carburadores Keihin de 37 mm para la alimentación del motor, siendo la única R6 de la historia con esta característica ya que en 2003, llegó la inyección al siguiente modelo.

Pese a estar alimentada por carburadores, no es una moto que consuma demasiado si atendemos a su potencia y a sus prestaciones. Las medias andan sobre 5,6 l/100 Km. De hecho, la siguientes generaciones, pese a ser de inyección, vinieron con motores cada vez más y más puntiagudos y con consumos más elevados.

Yamaha YZF R6 1

Pero no todo era el motor. En Iwata diseñaron una moto mucho más recogida y compacta de lo que era habitual. La distancia entre ejes era de unos pírricos 1381 mm con lo cual la moto ganaba mucho en agilidad y tenía una conducción más viva y rápida a la hora de cambiar de dirección. El peso era su otra baza fuerte ya que estaba por debajo de 170 kg en seco.

En el apartado ciclo contaba con componentes similares a sus principales rivales. La horquilla delantera era de tipo convencional con barras de 43 mm y admitía diversos ajustes. Para la frenada recurría a dos discos de 298 mm mordidos por pinzas de cuatro pistones. El chasis estaba construido en aluminio.

Hoy en día todavía pueden verse con facilidad por las calles. La moto fue un éxito de ventas y en general el motor lo aguantaba todo, aunque se comenta que algunas series eran propensas a tener problemas por una fisura en la camisa de uno de los cilindros; aparte de eso, si no te haces con un de las unidades afectadas por ello, es una moto muy fiable.

De segunda mano puede comprarse por unos 1.500 euros en un estado razonablemente bueno. Como buena super deportiva de 600, pese a que sea una moto fiable, tiene un manteminiento bastante intensivo ya que son motores sometidos a mucho esfuerzo y desgaste. Ten eso en cuenta si te animas a adquirir una.

COMPARTE
Sobre mí

Gonzalo Lara Camarón

Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado