Hoy os traigo un vehículo muy curioso, al menos en España: el Docker Tripoteur DR2. Sí, he de reconocer que estrictamente no es una motocicleta al uso sino un motocarro, un tipo de vehículo que está extinguido en nuestro país desde hace décadas; pero los que hayáis cruzado alguna vez el estrecho seguro que los habéis visto a patadas por las carreteras marroquíes.

El Docker Tripoteur DR2 es el ejemplo perfecto de este paradigma de transporte de mercancías que tanto se estila en países en vías de desarrollo. Los motocarros han triunfado con creces en estas regiones gracias a su bajo precio de compra, que ronda los 3.000 euros, su sencillez mecánica y a su gran agilidad, ámbito en el que las furgonetas no pueden competir y que además es muy necesario en las grandes y caóticas urbes atestadas de puestos ambulantes, mercadillos, calles estrechas, y cientos de miles de personas caminando por ellas.

El Docker Tripoteur DR2 mezclan una parte frontal de motocicleta, con rueda, suspensiones, tanque de combustible y motor heredados de los vehículos de dos ruedas, con una parte trasera de carga, algo así como la caja de una pick-up o un mini camión de caja abierta.

Si prestamos atención a las fotografías podemos ver como la suspensión frontal es más robusta y cuenta con grandes muelles, en parte para soportar el esfuerzo de todo ese peso extra que irá en la caja. La rueda frontal también es de mayor anchura por idéntico motivo y emplea llantas de 12 pulgadas, igual que en el eje trasero. La velocidad no es uno de los puntos fuertes del Docker Tripoteur DR2, así que al menos… usa llantas de bajo diámetro para mejorar la maniobrabilidad. El chasis de doble cuna también utiliza perfilería de una sección más gruesa.

Mecánicamente está animado por el típico motor monocilíndrico refrigerado por aire de una motocicleta de corte económico. En este caso cubica 150 cc y eroga 11 caballos de potencia. Para mantener los costes bajos está alimentado mediante un carburador en vez de recurrir a complejos sistemas de inyección electrónica.

Me resulta sorprendente que un motor monocilíndrico de tan poca cilindrada pueda mover todo el conjunto, más aun cuando en estos países en vías de desarrollo que mencionaba antes, las “barbaridades” están a la orden del día, y con barbaridades me refiero a llevar una vaca en la caja o una decena de personas, por nombrar algunas.

Para ponerle las cosas más fáciles a la mecánica, la caja de cambios es de cuatro velocidades, todas ellas tirando a cortas, ya que la velocidad máxima ronda los 70 km/h. Además, cuenta con marcha atrás, lo cual es imprescindible en un vehículo de estas características en el que no podemos retroceder a base de gemelos.

Una modificación importante en la mecánica es precisamente la caja de cambios, ya que en vez de emplear la clásica cadena de eslabones que utilizan las motocicletas, aquí se tiene un eje cardan que lleva el giro hasta el eje trasero, donde un diferencial lo reparte entre ambas ruedas.

Desgraciadamente, el futuro de estos vehículos también está en duda y es que a medida que van mejorando las carreteras y la economía de los países donde siguen vigentes… cada vez tienen menos sentido. Hablábamos del caso marroquí, y allí la furgoneta Dacia Dokker se está empezando a merendar sin piedad este tipo de propuestas, ya que en cuando a producto está a años luz de los motocarros y el precio de estos nuevos vehículos low cost está tan ajustado que el gran atractivo de motocarros como el Docker Tripoteur DR2 cada vez lo es menos.