¿Es una moto? Si es una moto, ¿es funcional? ¿Es un concepto? Parece que la “Giggerl” acaba de venir de un futuro próximo, pero aún desconocido para nosotros más propio del mundo de los blade runners. Esta moto de diseño tan personal y creativo ha sido obra de Bernhard Neumann, encargada por la propia BMW Motorrad.

La base, por increíble que parezca, es la de una BMW R nineT, una moto de corte retro cuyo diseño es ya de por sí bastante atractivo. Neumann, apodado como “Blenchman” (hombre de hojalata) ha sido el encargado de transformarla en lo que él mismo denomina un “pollo con axilas y faros”, con un carácter adelantado a su tiempo. De hecho, de ahí viene el nombre, pues Giggerl es una forma coloquial de decir pollo en alemán.

El chasis, el depósito, el subchasis, el asiento, el sistema de escape y la carrocería, son elementos completamente nuevos creados por Neumann

“En realidad, no tengo ninguna inspiración fundamental. Desmonté las partes originales y luego propuse algo a partir de un lienzo en blanco“, dijo. De hecho, las únicas piezas originales que han permanecido inalteradas son las manetas, el manillar y la suspensión delantera. El resto es más futuro distópico que BMW, aunque los logotipos y los componentes todavía denotan el pedigrí de origen.

A nivel mecánico no hay ni un solo cambio, se mantiene el mismo motor bóxer refrigerado por aire de 115 CV; todo es estética. Todos y cada uno de los paneles de la carrocería ha sido diseñado, cortado y soldado a mano por el propio Neumann en un proceso cuya visión era crear lo que sería una R nineT del futuro, llegando incluso a obtener un punto de ciencia ficción gracias a un efecto de desgaste sobre los colores oficiales de BMW.

Se tratará de un pollo alemán, pero no es uno de los que me gustaría desafiar en un corral a oscuras. Aunque la Giggerl mantiene el carácter bimmer, la moto resulta tanto desconcertante como tentadora. ¿Veremos diseños así en un futuro próximo?