Hay que reconocer que los scooter no son esos vehículos que levanten pasiones allá donde van. Son prácticos, económicos y útiles, pero no pasionales. Al menos no lo son en un principio, porque modelos como el Yamaha T-Max si pueden considerarse pasionales y enfocados a otras facetas más lúdicas que llevar a una persona del punto A al punto B de forma cómoda, sencilla y barata.
Sin embargo, hay modelos que gracias a su buen funcionamiento, a su fiabilidad y al número ingente de unidades vendidas, logran colocarse entre las motos más icónicas del mercado, porque, no lo olvidemos, un scooter es una motocicleta. Modelos como el Honda SH125i, más famoso por el nombre de “Scoopy”. Una de las motos más exitosas de la historia que se ha renovado por completo.
El Honda SH125i es totalmente nuevo, desde el chasis hasta la tecnología implementada. Estéticamente no cambia en exceso, aunque recibe algunos retoques para ofrecer una imagen moderna y atractiva. El Scoopy siempre ha sido un scooter de rueda alta práctico, sencillo y económico, pero su nueva imagen lo aleja de esa idea aunque mantenga sus características típicas desde sus inicios.
Bajo la carrocería se esconde un chasis de tubos de acero rediseñado, que permite una mejora en la capacidad de almacenamiento bajo el asiento (28 litros) y deja lugar para un depósito de combustible de mayor capacidad (siete litros). Se aumenta la distancia entre ejes en 13 milímetros, pero mantiene la distancia del asiento al suelo, con 799 milímetros. También hay cambios en suspensiones, con nueva posición para los amortiguadores.
Una de sus características más valoradas es la plataforma plana, que se mantiene intacta. Bajo el asiento esconde un soporte para dejar el teléfono móvil junto a un puesto USB. El equipo de iluminación es LED y la instrumentación es totalmente digital.
El motor es un monocilíndrico de 124,8 centímetros cúbicos, de ciclo “cuatro tiempos” y capaz de superar la Euro5. Rinde 12,3 CV, 11,4 Nm de par y monta el sistema “Idling Stop”, un start/stop que detiene el motor en paradas de más de tres segundos y lo arranca rápidamente en cuanto se acciona el acelerador. Para que el monocilíndrico arranque en décimas de segundo, equipa un descompresor automático. Además, por primera vez en el Honda SH125i, equipa el sistema HSTC (Honda Selectable Torque Control, un control de tracción).
La primera generación del Honda Scoopy, el SH80, apareció en 1984 y tenía un motor de ciclo “dos tiempos” con engrase separado, arranque eléctrico y 6 CV, que le permitía alcanzar los 80 km/h. Poco después, en 1987, la fabricación del Scoopy para Europa se comenzó a realizar en España, en la planta que la marca tenía en Esplugues de Llobregat. En esta ocasión, el Scoopy SH75 contaba con un motor de 75 centímetros cúbicos para amoldarse a la legislación del carnet A-1.
Resultó un modelo realmente exitoso y las ventas fueron respetables desde entonces, hasta ahora, que se ha presentado la séptima generación. En 1996 llegó la segunda generación, el SH50 y SH100, cuya versión con motor de 50 centímetros cúbicos rompió con todos los récord de ventas anteriores. La tercera generación perfiló mucho más su diseño y se ofreció, desde 2001, en versión de 125 y 150 centímetros cúbicos. Para entonces, el honda Scoopy era un bestseller que se renovó otra vez en 2004, en 2006, en 2009 y ahora, en 2019.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS