La Magnolia 4 es una custom propia del siglo pasado, pero muy actualizada

La Magnolia 4 es una custom propia del siglo pasado, pero muy actualizada

JT Nesbitt ha diseñado su propia versión de una de las motos más especiales de la industria


Tiempo de lectura: 3 min.

A veces solo tienes que dejar volar libre tu imaginación para hacer diseños realmente impresionantes y que atraen la atención de cualquier persona. En ese sentido, cuando grandes especialistas trabajan en proyectos secretos, no es de extrañar que los resultados sean de alto nivel. Esto es lo que ha pasado con JT Nesbitt, que ha indagado para crear una moto muy especial, la Magnolia 4, donde mezclan pasado, presente y futuro hasta reinterpretar todas las normas no escritas sobre el mundo de las dos ruedas.

El conocido diseñador, junto a todo su equipo de Bienville Studio, se ha inspirado en esas motos que han marcado un antes y un después. Para ello, han cogido esas motos custom que estaban tan presentes en su Nueva Orleans entre 1910 y 1940 y que lograron ser el centro de atención antes de la Segunda Guerra Mundial. Con todas las características sobre la mesa, se han puesto a diseñar este nuevo modelo con el programa AutoCAD, donde han buscado que el proyecto tenga también la posibilidad de que se incorporen las nuevas tecnologías que están dominando ahora mismo el mercado.

Estéticamente, se ve una moto que guarda un gran equilibrio visual y estético, aunque su gran secreto se encuentra en su interior y su diseño, marcadamente ergonómico. En ese sentido, en la Magnolia 4 vemos que apuestan por la seguridad y fiabilidad, optando por incorporar un motor tetracilíndrico que es refrigerado por aceite y aire, que se compagina a la perfección con una caja de cambios manual de tres marchas. Con una cilindrada de 1.750 cc, ocho válvulas y doble árbol de levas en la culata, vemos que su configuración es bastante clásica, con una posición en el chasis que hace décadas que no se emplea –se coloca de forma longitudinal, como en las Indian Four, por ejemplo–.

Magnolia 4 (3)

En el estudio, han querido que esta peculiar motocicleta tenga algún que otro detalle que facilite la refrigeración interna, mediante las clasicas aletas y modernas técnicas de mecanizado CNC. Se consolida con un diseño de cigüeñal que permite ser configurable por completo y una cámara de combustión no hemisférica. En cuanto a su caja de cambios, tiene un embrague accionado centrífugamente y una palanca de cambio de marcha que se sitúa en el propio depósito de combustible, lo que hace que tenga una clara y marcada conexión analógica con la moto, además de un claro “sabor añejo”.

Si miramos la propia parte ciclo, vemos que han optado por unas suspensiones formadas por una horquilla de viga delantera con amortiguadores y un basculante trasero que trabaja con un monoamortiguador. Si echamos un vistazo al diseño de la moto, nos encontramos con un atrevido acabado donde el guardabarros y el propio depósito de combustible tienen algunas piezas de aluminio de CNC, lo que le dota de un acabado nostálgico.

Esta moto retro que no se parece a nada de lo que hay actualmente en el mercado, solo habrá 12 unidades a la venta a un precio de 200.000 dólares, que al cambio serían unos 178.450 euros.

Lo que es evidente es que esta arriesgada y bonita moto parece que viene para quedarse, siendo una de las más deseadas por muchos de los nostálgicos. Con una marcada mezcla entre lo mecánico y lo artístico, lo que es seguro es que los usuarios podrán viajar a un pasado que cada vez está más presente con su equipamiento.

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Alejandro Delgado

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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