La Suzuki GSX-R es, posiblemente, una de las motos más emblemáticas. La primera vez que llegó al mercado, allá por la década de los 80, rompió todos los moldes con su concepción y con sus cifras, pues no había nada parecido en aquel momento. Tenía un propulsor de 750 centímetros cúbicos refrigerado por aire y aceite, capaz de rendir 106 CV, una potencia que hoy día puede resultar ridícula para una deportiva del calado de la Gixxer, pero que, por entonces, era toda una locura. Sobre todo porque tenía que mover un peso de solo 176 kilos. Fue todo un salto en cuanto a prestaciones y diseño, muy inspirado en las motos de competición de aquellos años.

Obviamente, fue evolucionando con los años y recibiendo “compañeras” de gama, como la GSX-R 1100 en 1986, una moto que con sus 128 CV, su diseño y su bajo peso, también contribuyó a revolucionar el segmento de las deportivas. Hoy día son motos de colección, mitos en el mundo de las dos ruedas que vieron, mucho tiempo después, en pleno Siglo XXI, como la saga recibía un nuevo miembro que volvió a ponerlo todo patas arriba: la Suzuki GSX-R 1000, un modelo con el que Suzuki entrada en la nueva rama de las Superbilke, que hasta el momento estaba dominada por la Yamaha YZF R1, una moto que también marco un antes y un después.

Hace más de 20 años de aquello y sus 160 CV parecen hoy poca cosa, sobre todo teniendo en cuenta que la actual GSX-R 1000 anuncia 202 CV extraídos de un motor de cuatro cilindros y 999 centímetros cúbicos, encargado de mover un peso declarado de 202 kilos. Sí, efectivamente, una relación peso-potencia de 1 kilo por caballo. Una bestia, como todas las Superbikes modernas, que al parecer, tiene los días contados. De hecho, ni siquiera aparece en la página web oficial de la marca.

Esto se debe a la entrada en vigor definitiva de la normativa de emisiones Euro5 el próximo año, una normativa que ahora mismo, la única Gixxer que queda en el mercado europeo, no es capaz de superar. Por tanto, el 31 de diciembre de 2022 será el último día en el que la GSX-R 1000 podrá seguir en el mercado, dejando de estar disponible en enero de 2023. La Euro5, en realidad, está en activo desde enero de 2020, pero los fabricantes lograron una exención de dos años para los modelos existentes en enero de 2021, como era el caso de la GSX-R.

Se acaba el plazo y Suzuki no ha efectuado los cambios necesarios en la Gixxer, para que supere la Euro5 y, por tanto, no estará disponible en Europa a partir de enero de 2023. No podemos olvidar que firma japonesa no está en su mejor momento, al menos en el plano deportivo. En Superbike llevan sin presencia oficial desde 2015 y en MotoGP estarán presentes lo que dure la actual temporada, dejando oficialmente el campeonato en 2023. Esto ha afectado a la evolución del Gixxer, como cabría esperar.

Es cierto que en 2019 se conoció el registro en la Oficina de Patentes de un nuevo sistema de sincronización variable de válvulas, que según se decía, acabaría en el motor de la Superbike, pero por el momento, no ha ocurrido tal cosa. Hay quien afirma que Suzuki ha buscado exprimir todo lo posible el tiempo disponible, para poder amortizar los costes de desarrollo y el disponer de más tiempo para su desarrollo, centrándose en la normativa Euro5+ que se introducirá dentro de poco.

Por otro lado, la Gixxer seguirá estando disponible en otros mercados, donde la normativa Euro5 no tiene ningún efecto, tales como Estados Unidos. De hecho, allí en Estados Unidos se ofrece todavía las Gixxer de 600 y 750 centímetros cúbicos.