Cuando apareció en 1966 la Gilera 124 5V ofreció la posibilidad de competir ocasionalmente en el Enduro sin renunciar por ello a una motocicleta apta para el día a día sobre el asfalto.
Si hay una motocicleta de carreras realmente heterodoxa dentro de la producción peninsular, ésta es la OSSA 250 Monocasco. Vamos con la primera de las tres entregas donde les diseccionamos su evolución.