Con un motor de válvulas laterales y 1.096 centímetros cúbicos, el modelo 11.50 constituía una motocicleta para sidecar excepcional, y sin él figuraba entre las motos más rápidas de la década de 1930; igual que el modelo SS 100, con motor JAP OHV. Desde 1924, las motos entregadas por la marca contaban con un certificado de “100 millas por hora”, lo que garantizaba un mínimo de 160 km/h de velocidad punta.
El motor de dos cilindros en V a 60 grados fabricado en Nottingham destacaba por la calidad de su diseño como de su construcción. No sólo era una moto rápida y elegante, sino también cómoda y silenciosa. Las motocicletas de la marca inglesa eran consideradas como las Rolls-Royce de las dos ruedas. A pesar de que recibió alguna actualización durante su corta vida (suspensión en línea recta para la rueda trasera, por ejemplo), tan solo 308 ejemplares de la 11.50 fueron construidos.
Con el cese de su producción en 1940, coincidiendo con la bancarrota de la empresa, este modelo se ha convertido en una motocicleta de culto. En 2011, la casa de subastas RM Sotheby’s adjudicó esta unidad de 1939 de esta moto por 36.960 libras, cerca de 42.000 euros al cambio.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS